En el nuevo documental de Gianfranco Rosi titulado “Notturno”, parece que no está pasando nada, pero en realidad todo pasa. Es un poderoso estudio de los estragos de la guerra que observa a figuras inocentes intentando llevar una vida normal a pesar de ella.

El proyecto fue filmado a lo largo de tres años en las fronteras de Irak, Siria, Líbano y Kurdistán, y contempla la vida de un grupo de mujeres militares, viudas, pacientes, niños sobrevivientes, entre otros sujetos. No hay narración. Rosi presenta pietaje al desnudo de estas personas en su vida cotidiana bajo la constante amenaza de guerra. No es necesaria una explicación para entender lo que está pasando.

Ya sea viendo a un hombre remar o un camino destruido, Rosi logra obtener belleza de los escenarios más mundanos. Sin embargo, sus composiciones no están desconectadas del temor. El más claro ejemplo lo vemos temprano en el documental cuando, durante una cita, la conversación de una pareja es constantemente interrumpida por disparos. Parece no importarles mucho, el sonido ya es cotidiano. 

Los momentos más impactantes provienen de unos niños hablando con su maestra (o terapeuta) sobre lo que han visto y sufrido: exterminación, decapitaciones, tortura. “Aquí es cuando ISIS nos estaba exterminando” explica uno de ellos a través de un dibujo. Más tarde, somos testigos de una mujer escuchando los mensajes de audio dejados atrás por su hija que ha sido secuestrada por ISIS. Si crees que has sufrido durante una simple cuarentena, piénsalo dos veces.

“Notturno” es un documental sabio que hipnotiza a través de su estética para luego sacudirte con testimonios inhumanos. No busca explicar las causas de la guerra, sino intentar comprender las emociones de aquellos que viven bajo su sombra. 

“Notturno” forma parte de la selección oficial del Chicago International Film Festival 2020. Puedes leer más sobre los documentales de la temporada en este enlace.