¿Eres godín? ¿Es demasiado el estrés, los chistes malos y la actitud del jefe tóxico? ¿Te han dado ganas de desahogar tus emociones con salvajes peleas en contra de otrxs oficinistas? Pues te gustará el mundo de “Office Royale” (Jigoku-no-hanazono) en donde oficinistas japonesas (conocidas como ‘Office Ladies’) forman facciones y feroces combates en el ambiente laboral para ganar territorios, respeto y poder.
La protagonista es Naoko Tanaka (Mei Nagano), una joven oficinista trabajando en una empresa dominada por tres facciones siempre en conflicto, cada una encabezada por pateatraseros que recuerdan a glorias de la lucha japonesa como Aja Kong y Manami Toyota. Pero Naoko no pertenece a ese “mundo”; ella lleva una vida laboral normal en donde la máxima emoción proviene de platicar sobre chismes, series de TV o el crush de la oficina. Desde lejos, Naoko ve y compara las salvajes peleas de sus compañeras con mangas, como si fueran de otro mundo (la película es bastante autorreferencial).
Un día, una nueva oficinista llamada Ren (Alice Hirose) llega a la empresa y se hace muy amiga de Naoko. Van de compras, platican y comen juntas. Sin embargo, Ren resulta ser una guerrera correosa y aparentemente invencible que rápida y fácilmente despacha a todas las demás facciones, proclamándose como líder de la oficina. Y con el poder llegan las amenazas, con las amenazas llega peligro para Naoko, quien contra sus propios deseos, se ve obligada a dejar su “normalidad” laboral para entrar a la guerra de Office Ladies.
“Office Royale” es una comedia exagerada y estrafalaria en donde encontramos entretenidas escenas de acción — que tardan en llegar, pero lo hacen — por distintos escenarios laborales. El llamativo diseño de producción, vestuario y estilismo brinda un toque extra de energía y color a una historia en constante fluctuación.
El concepto de la película se estanca momentáneamente, pero encuentra nuevos aires con los giros narrativos en oferta. El personaje de Naoko tiene secretos y motivaciones que ayudan a “Office Royale” a escapar de la unidimensionalidad ofrecida durante su primera mitad, y aunque simplona, la comedia es funcional.
El guion, escrito por el comediante Bakarhythm, utiliza y satiriza elementos comunes en mangas para forjar una historia sin miedo a aceptar su naturaleza propia: una comedia ridícula.
Como entretenimiento palomero, la película cumple. Sin embargo, a nivel social y de representación encontramos conflictos que distraen de su objetivo. El filme utiliza a actores en drag para representar a algunas de las oficinistas más fuertes y sugiere que tener novio es más importante que cualquier pelea. Estos elementos no rompen con el entretenimiento absurdo en oferta, pero tampoco pasan desapercibidos si ponderamos sobre el conocido y común contexto de sexismo en el ambiente laboral japonés.
“Office Royale” es un agradable cotorreo principalmente dirigido a amantes del manga. Su comedia y escenas de acción dejan a deber, pero son suficientes para desconectar tu cerebro y dejarse llevar por esta reimaginación del mundo godín.
“Office Royale” tuvo su estreno canadiense en Fantasia International Film Festival 2021.