Qué apropiado que en el año del COVID-19 haya tenido su estreno “Red Heaven”, un documental que explora con gran profundidad las consecuencias psicológicas del aislamiento. En este caso el motivo no es un virus, sino una simulación/experimento de la NASA llamado HI-SEAS en el que seis personas deben pasar un año entero juntas en aislamiento. Esto tiene el objetivo de recabar datos para comprender cómo mantener feliz a una tripulación en futuras misiones a Marte.
En concreto, los seis participantes de esta simulación compartieron un domo con un área de 1,200 pies cuadrados colocado cerca de un volcán en Hawaii a 2,500 metros sobre el nivel del mar. Las cineastas Lauren Defilippo y Katherine Gorringe le dieron cámaras a la tripulación para que se grabaran. Además, les enviaron preguntas y algunas sugerencias de filmación a lo largo del año de aislamiento. El resultado fue una tremenda reflexión de soledad.
El domo contaba con algunas amenidades, suficientes raciones y una jugosa cantidad de películas espaciales para pasar el rato. Los conejillos de india humanos tenían que documentar honestamente sus sentimientos y comportamientos en encuestas diarias, además de participar en diversas tareas relativas a sus profesiones; en el “hábitat” encontramos una científica en jefe, una científica del suelo, un arquitecto espacial, una doctora, un ingeniero y un astrobiólogo.
Durante el primer mes todo era optimismo. La tripulación se estaba conociendo, había emoción en el aire y un enorme deseo de contribuir a la NASA. “Entre más sufra, más exactos serán los datos”, dijo uno de los participantes con alegría a la cámara. Pronto se iba a comer sus palabras porque unos meses después, las cosas comenzaron a cambiar. Las expresiones faciales mostraban indicios de desesperación, las comidas juntos eran incómodas y las risas habían cesado. Los sentimientos dentro del domo se volvieron más complejos y las restricciones de agua provocaron rencillas. Estar lejos de familiares también le cobró factura emocional a la tripulación.
Es fascinante recorrer todos estos cambios mentales y comprender el estrés derivado de vivir en completo aislamiento del mundo, apenas recibiendo algunos correos de NASA o familiares y sin acceso a Internet, algo que parecería imposible de lograr en la sociedad actual. Para algunos, la experiencia se convierte en una pesadilla psicológica.
Es Christiane Heinicke (la científica en jefe) quien aparece abundantemente en pantalla para narrar las ocurrencias principales en el domo, hablar sobre el estado general de la tripulación, sus sentimientos e incluso relacionar su misión con la de Erenest Shackleton, famoso explorador que organizó una expedición inédita a la Antártida. Y es ella quien, junto a otro participante, desarrolla el arco más importante y humano del documental, y uno que paradójicamente la NASA intentó ocultar. La explicación de Christiane alrededor de este asunto es sabiduría pura.
“Red Heaven” provee un cautivador entendimiento de los estragos del aislamiento en el desarrollo cognitivo de una persona. Es un filme que explora la atracción hacia la soledad y las habilidades de adaptación del ser humano, dos conceptos que son más relevantes que nunca.
“Red Heaven” forma parte de la sección Portraits de DOC NYC 2020. Puedes seguir toda nuestra cobertura del festival en este enlace.
