Últimamente, las películas y series sobre el funcionamiento del internet, de las redes sociales y los hackers, han proliferado y propuesto temas interesantes, y para tratarlos, cada producto se vale de un aspecto que comprende al cine desde D. W. Griffith: el lenguaje cinematográfico. A “Dear Hacker” se le olvidó cualquier rasgo de proponer cine. 

“Dear Hacker”, en sus largos y tediosos sesenta minutos de duración, busca proponer preguntas y respuestas sobre los hackers y en específico, cómo utilizan las webcam, sobre todo en tiempos pandémicos donde estos canales de comunicación han sido muy explotados y son vulnerados constantemente. 

Este documental, si así le podemos llamar, no se diferencia en nada a las numerosas ponencias, entrevistas, coloquios o charlas que han tenido lugar en estos tiempos en las miles de redes sociales existentes, ya sea con fines académicos o de entretenimiento.

Este producto francés lo dirige, escribe y protagoniza Alice Lenay, quien luego de notar que se enciende el foco de su cámara web, mientras conversa con sus amigos, se empieza a preguntar acerca de la presencia de algún invitado misterioso, es decir, un hacker. Conforme el tiempo avanza, las preguntas lanzadas a sus amigos, empiezan a tomar sentido, ya que éstos tienen expertiz en temas sociales y de informática, sin embargo, no aportan nada que algún youtuber, tik toker o tuitero no pueda decir. 

Ver a varios sujetos en videollamada, sin personalidades atractivas, realizando teorías conspiranoicas y dando explicaciones obvias, sumado a una pésima calidad de video, hacen que esos sesenta minutos de duración, se sufran. Y sobre todo porque no hay una narrativa, no hay interés, no hay una construcción dramática, no existe absolutamente nada, sólo una plática desinteresada. 

Para términos de documental, se queda muy corto a nivel temático, enfoque, investigación, metodología, orden, etc. Para términos de experimento, realmente no propone nada nuevo; todas estas dinámicas de videollamadas, preguntas y respuestas han sido el pan de cada día en esta nueva normalidad mundial. 

Se entiende su intención de no querer ficcionar ni exagerar la trama y buscar algo natural y real, pero sin duda hubiera funcionado como un thriller, como el caso de “Buscando” de 2018 o incluso como una película de terror al nivel de “Eliminar amigo” (la cual se estrenó en el Fantasia International Film Festival del 2014). La idea de documental se nubló y se interpretó como cualquier cosa grabada que hable sobre un tópico ruidoso, algo así como alguna clase de preparatoria o universidad (tal vez eso hubiera funcionado más).

“Dear Hacker” apenas plantea temas interesantes, pero su insípida e incómoda presentación hace que el espectador duerma, o decida ver o hacer alguna otra cosa con esos sesenta minutos. 

“Dear Hacker” tuvo su premiere norteamericana en el Fantasia International Film Festival 2021.