Desde los años 80, el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) ha trabajado en más de 60 países identificando a personas desaparecidas. La historia de esta organización y de los héroes que la fundaron es relatada por Bernardo Ruiz en su documental El Equipo.

Después de una amplia carrera y experiencia exhumando restos de víctimas de asesinos seriales, el respetado antropólogo forense Dr. Clyde Snow llegó a una Argentina lidiando con los estragos de la dictadura militar. Aquí, Snow se topó con la compleja tarea de identificar una enorme cantidad de cuerpos. A pesar del ambiente de miedo por una posible toma del poder por parte de los militares, el doctor armó un equipo de jóvenes estudiantes para cumplir con su misión. Mercedes “Mimi” Doretti, Luis Fondebrider y Patricia Bernardi se unieron a la causa y el resto es historia.

Utilizando un formato tradicional de pietaje de archivo y entrevistas con las y los involucrados, el filme relata la labor de este grupo en países como Argentina, Guatemala, El Salvador, Kurdistán y México para visibilizar los crímenes, como la masacre de El Mozote, que ahí se han cometido, así como el peso del pasado en sus poblaciones. Ruiz se asegura también de presentar las implicaciones políticas y respuestas gubernamentales a los descubrimientos del equipo: la impunidad es una constante histórica. Y aunque no es el enfoque, se agradece que, a diferencia de recientes productos irresponsables como The Corridors of Power, El Equipo se toma el tiempo para hablar del papel de Estados Unidos en estas masacres.

Como mexicano, el último tercio de El Equipo es particularmente doloroso, pues cuando el trabajo se traslada a México, la impunidad y el peligro se multiplican. A partir de su labor buscando a desaparecidas en Chihuahua y, más tarde, a los estudiantes de Ayotzinapa, integrantes de EAAF, encabezados por Mimi Doretti, revelan elementos alarmantes que si bien todo mexicano ya conoce, son exacerbados a partir de contrastes. 

En México, el equipo tuvo que trabajar más duro para ganarse la confianza de familiares en busca de sus desaparecidos: han vivido tal grado de impunidad e inacción que les es difícil creer en este tipo de ayuda. Asimismo, la investigación en Ayotzinapa estuvo marcada por descarada presión política, mentiras del criminal y exprocurador de Justicia Jesús Murillo Karam y hasta espionaje. Mientras en países como Argentina existieron las condiciones para que EAAF realizara su trabajo, en México, un país en donde la criminalidad y la corrupción está presente en todo estrato del gobierno, su labor se volvió mucho más peligrosa y difícil.

El Equipo también es una carta de agradecimiento al Dr. Snow. Ruiz se asegura de encumbrarlo como un pilar imprescindible para la evolución de EAAF y lo hace con ayuda de sus entrevistados, quienes dejan en claro, una y otra vez, su profunda gratitud y amor hacia su mentor. Y claro, el propio Snow es un sujeto genial: siempre fumando y compartiendo reflexiones muy humanas sobre su labor, el antropólogo le da personalidad al documental e incluso le ayuda a salirse del convencionalismo. 

Ruiz tiene un largo historial de trabajos documentales para televisión y eso se nota aquí, pues el formato de El Equipo se siente televisivo. Hay poca energía y la edición tiene problemas transmitiendo en su totalidad el peso de los hechos históricos que aquí se retratan. Además, la exploración psicológica de lo que conlleva para todos estos sujetos trabajar en tan dura y emocionalmente agotadora labor, es muy débil y se queda en la superficialidad.

El Equipo no es un trabajo cautivador ni creativo, pero sí es sumamente importante como un testigo del historial de impunidad y genocidio en América Latina. Es también un filme lleno de agradecimiento hacia los héroes que, por décadas, han luchado por justicia y por darle paz a miles de familias.

“El Equipo” tuvo su premiere canadiense en Hot Docs 2023.