Hace 4 años, la directora Claire Scanlon nos trajo “Set It Up”, una de las comedias románticas mejor reseñadas de ese año. Aunque ha dirigido capítulos de exitosas series como “Unbreakable Kimmy Schmidt”, “Brooklyn Nine-Nine” y “Never Have I Ever”, ahora nos trae su primera película desde ese entonces: “Los odiosos invitados a la boda”. Lastimosamente, el resultado no podría ser más decepcionante.
Alice (Kristen Bell) y Paul (Ben Platt) son dos hermanos que no están muy felices con su vida: ella es amante de su jefe (Jorma Taccone), un hombre casado con una bebé recién nacida, el cual supuestamente pronto dejará a su esposa; por su lado, Paul está resentido con su madre, Donna (Allison Janney), y vive tratando de complacer a su exigente novio (Karan Soni). Un día, su media hermana, Eloise (Cynthia Addai-Robinson), los invita a su boda en Reino Unido. Ambos consideran a Eloise una niña mimada y rica, pero deciden ir para tener un escape de su triste realidad, lo cual saca a la luz viejas tensiones y amenaza con arruinar la ceremonia.
Contada a modo de viñetas, la estructura de la película es su punto más débil: las aventuras de Alice, Paul y Donna se muestran de forma separada, cada uno con sus propios conflictos. Al tenerlos juntos muy pocas veces, las historias se sienten desconectadas: no tenemos suficiente tiempo con Eloise como para sentir algo por ella y el tema de la boda pasa a segundo plano. La película no sabe si tener a Alice como protagonista o enfocarse en cada uno de sus personajes, y esta indecisión hace que sea muy difícil conectar con cualquiera de ellos.
La trama de Paul particularmente se siente sacada de otra película. Los cambios en la actitud de su novio son abruptos y forzados, la resolución de sus conflictos ocurre de la nada, y en realidad nunca hay una verdadera enemistad o conexión entre él y Eloise, por lo tanto su desdén por ella, así como una escena en donde es defendido por ella, no tienen mucho sentido.
La edición no ayuda, particularmente por su abuso de las pantallas divididas para mostrarnos qué hacen nuestros protagonistas a la vez. Si bien en un inicio es un recurso interesante, después de repetirlo varias veces parece que solo se usa para recordarnos que estas tres personas están en la misma película. A esto se suma un ritmo acelerado para meter toda la información en una hora cuarenta con cero sutileza o espacio para la reflexión.
El elenco es muy bueno, todos se toman en serio sus personajes y sacan algunas risas, pero su compromiso no es suficiente para salvar el exceso de diálogos expositivos, la falta de desarrollo y una trama que no va a ningún lado. En un intento por abarcar mucho, la historia termina por ser sumamente superficial, sobre todo en la boda que da el nombre al título. Como cereza del pastel tenemos una voz en off como de cuento de hadas que abre y cierra la película cuya única intención narrativa es meter más información a la fuerza.
“Los odiosos invitados a la boda” es una oportunidad desperdiciada, pues su premisa tenía mucho potencial. Si buscas una comedia sobre gente desagradable a punto de arruinar un casamiento, mejor ve “La boda de mi mejor amigo” o “Cómo impedir una boda”.
“Los odiosos invitados a la boda” está disponible en Prime Video.