Una de las grandes virtudes del documental es su capacidad de hacernos ver en el otro la humanidad que las estadísticas y los datos duros muchas veces borran. En los últimos años, miles de personas han muerto debido a una sobredosis relacionada a los opioides, y en “Love in the Time of Fentanyl” el director Colin Askey nos muestra sus vidas con empatía y sensibilidad.
La película se centra en Vancouver, ciudad donde muchas personas mueren debido a sobredosis provocadas por opioides ilegales contaminados con fentanilo, una droga sintética de mucha potencia. Allí un grupo de personas ha formado la Sociedad de Prevención de Sobredosis, la cual ofrece un espacio en el cual la gente puede consumir estas sustancias de forma segura sin miedo a no ser atendida en caso de una sobredosis.
En una búsqueda por evitar cualquier estigmatización, el documental sigue el día a día de estas personas con completa naturalidad: desde sus pláticas sobre qué van a cocinar en la noche hasta cómo se inyectan ocasionalmente. Hay muchas razones por las cuales consumen opioides: para sobrellevar la pérdida de una pareja, como consecuencia de haber estado en la guerra, como solución a corto plazo ante una profunda desolación. El centro funciona como un lugar en el cual pueden compartir sus experiencias sin ser juzgados.
Las personas que son voluntarias en él fueron o son actualmente también consumidores, por ende conocen las experiencias y nunca ven con malos ojos a sus residentes. Juntos han formado una especie de familia y el documental hace énfasis en ellos a través de momentos alegres de su cotidianidad. El director se aleja lo más posible de la explotación: cuando vemos una sobredosis, es de lejos y se sugiere por el sonido de la ambulancia y la aparición de camillas. Nunca vemos una muerte a cuadro, pero se nota por las palabras de los protagonistas lo duro que es ver a la gente morir a tu alrededor sin que el gobierno haga nada.
Curiosamente, pese a los problemas y a lo duro del tema, se agradece mucho el tono optimista que Askey maneja en varios momentos: desde una pared de grafiti donde todos pueden poner el nombre de quienes han perdido hasta interesantes secuencias musicales cuya canción del fondo es una tonada de alguno de los miembros del grupo. El sentimiento de comunidad envuelve al documental y uno tiene la esperanza de que todo saldrá bien pese a las adversidades.
“Love in the Time of Fentanyl”, como su título lo sugiere, te llega al corazón y te hace entender una realidad sobre la cual hay muchos prejuicios todavía. No es un documental informativo, así que si no tienes idea sobre los opioides o el fentanilo probablemente sea bueno investigar un poco antes para conocer sus efectos y demás. Askey prefiere llevarnos a un viaje emocional, en el cual no importa tu conocimiento sobre el tema, sino tu capacidad de reconocer en el otro una vida que merece ser protegida.
“Love in the Time of Fentanyl” formó parte de la Competencia Estadounidense de DOC NYC 2022.