Durante el reinado de la Unión Soviética, todo era minuciosamente controlado por el Estado, provocando que existiera un estilo uniforme en las expresiones artísticas de la era. Sin embargo, en los caminos de países ex soviéticos, desde Georgia hasta Turkmenistán, todavía se pueden encontrar pequeños milagros artísticos que contradicen esto: creativas y coloridas paradas de autobús con todo tipo de excéntricas formas. ¿Cómo es posible que tales muestras de arquitectura hayan existido en la Unión Soviética? Documentando al fotógrafo canadiense Christopher Herwig en sus intentos por descubrirlo, el director Kristoffer Hegnsvad nos trae “Soviet Bus Stops”, un magnífico filme sobre arte, socialismo y pasión.
Fue en 2022 cuando Herwig descubrió la extravagante arquitectura de una parada de autobús soviética, hecho que lo llevó a una misión para fotografiar tantas como fuese posible antes de su desaparición. Es como un cazador de paradas de autobús que lucha contra el tiempo para preservar estas increíbles obras de arte. Su fascinación siempre es comprensible pues cada parada parece guardar un misterio propio; en más de una ocasión se me puso la piel chinita al ver tan distintivas formas en su arquitectura. La pasión de Herwig es contagiosa, así que naturalmente es un excelente sujeto y guía por este fascinante road trip por la ex Unión Soviética.
Mientras vamos de un lugar a otro, Herwig enriquece el documental con valiosas reflexiones e interrogantes en torno a la existencia de las paradas. ¿Son propaganda? ¿Son expresiones de la cultura local? ¿Es válido que mucha gente las quiera quitar? “Son pequeños y desafiantes actos de poesía”, dice Herwig en un punto, tras hablar sobre lo liberador que debió haber sido para sus creadores el trabajar en estas increíbles obras que se salían de los moldes de estandarización soviética.
Aunque la forma del documental es sencilla, Christopher Herwig le da pequeños toques de creatividad que le dan mucho color a su estructura, tales como un video propagandístico sobre la construcción de viviendas, el uso de las fotos de Herwig para complementar visualmente sus palabras, o citas de poetas de la región que promueven aún más las reflexiones en torno a la relación entre socialismo y arte.
Un imprescindible para amantes de la arquitectura, “Soviet Bus Stops” es tan sencillo como cautivador y encantador. Guiado por la pasión de Herwig, este filme te enseñará sobre arte soviético y te hará pensar sobre el poder de la expresión artística para darle vida hasta al más recóndito de los rincones. Eso sí, la aventura es tan interesante que la corta duración (57 minutos) seguro decepcionará a más de un espectador; queda la impresión de que Hegnsvad le pudo haber sacado más jugo al tema.
“Soviet Bus Stops” formó parte de la sección Nordic:Dox de CPH:DOX 2023.