Advertencia: “The Sadness” contiene numerosas escenas de violencia sexual, incluyendo violación.
Si ingresas al perfil de “The Sadness” en la página de Fantasia Fest 2021, encontrarás una leyenda que dice así: “Fantasia rara vez da advertencias, pero esta película las justifica todas. Proceda con precaución.” Sí, “The Sadness” de Rob Jabbaz va en serio. Es una película brutal que pone en despliegue la crueldad humana sin ceder clemencia alguna. Es una visceral prueba de resistencia en donde verás actos depravados e inhumanos.
La película se desarrolla en Taiwán bajo un trasfondo pandémico. Las similitudes con nuestra realidad son inquietantes: dicen que solo es una gripe, hay YouTubers proponiendo teorías de conspiración, el gobierno se rehúsa a volver al aislamiento por miedo a una recesión económica y la población desconfía de la palabra de los doctores, en parte debido a la politización de la pandemia. Pero el virus comienza a mutar y sus víctimas se transforman en sádicos asesinos hambrientos por destazar, mutilar y violar todo a su paso.
Nuestros protagonistas son Kat (Regina Lei) y Jim (Berant Zhu), una pareja viviendo en Taiwán cuya tranquila vida está por convertirse en una pesadilla. Como clásica película de terror, los amantes son separados antes de iniciar el caos e intentarán reecontrarse en medio del mismo. Y como audiencia, nos toca ver su enfrentamiento al sadismo puro en escenarios tales como un vagón del metro, un restaurante y un hospital.
En esta película verás mutilación, suicidio, apuñalamientos, fuentes de sangre, montañas de cuerpos, canibalismo, violaciones e incluso orgías de sangre. Hay rostros víctimas de aceite hirviendo y cuencas de ojo siendo penetradas. Los infectados no distinguen género o edad y cometen todas estas atrocidades con una sonrisa en el rostro.
Estos agresores no son zombies gimiendo y corriendo sin control. Tienen raciocinio: hablan y comprenden lo que están haciendo; simplemente no pueden resistir sus impulsos de ultraviolencia. La mutación ha explotado su sed de deseo sexual. Y el avatar de este terror es Tzu-Chiang Wang, quien de manera absolutamente perturbadora y efectiva interpreta a un infectado que persigue a Kat por toda la ciudad y no se detendrá hasta tenerla en sus manos. El director de fotografía Bai Jie-il lo retrata habilidosamente como un ser imponente y monstruoso; cuando aparece a cuadro, hay que empezar a temblar.

“The Sadness” juega con el concepto de películas de zombies y lo maximiza utilizando a la crueldad como arma principal. Las sangrientas ocurrencias no son baratas o aleatorias; Jabbaz utiliza el ritmo con precisión para generar suspenso en escala y obtener tu atención total. Por cada cinco minutos de respiro, hay diez de terror y gore. Y sabiamante, Jabbaz se aleja de la carnicería durante los momentos de violencia sexual. El director cruza muchas líneas pero retratar explícitamente este tipo de ocurrencias no es una de ellas.
El terror de “The Sadness” es altamente efectivo porque parte de la crueldad humana: esa que ya sabemos existe en todo rincón de este moribundo planeta. Jabbaz simplemente lo representa en un extremo. Algunos infectados surgen después de ser víctimas de violencia; Jabbaz sugiere que el detonante parte de un lugar emocional, cuando alguien ha tenido una probadita del sadismo.
El director deja en claro que el conflicto proviene únicamente de la destructividad humana a través de la inexistencia o intervención de animales, algo que por cierto se agradece y ayuda a enaltecer su trabajo. Muchos escritores agregan innecesaria violencia animal a sus historias para generar empatía y miseria barata; Jabbaz demuestra habilidad al no caer en tales bajezas.
Otro acierto es el uso de incertidumbre para generar suspenso. No es claro cómo es que alguien se infecta. Un agresor podría aparecer cuando menos lo esperas de entre un grupo aparentemente pacífico. ¿En quién confiar? Las líneas son borrosas y la violencia estalla inesperadamente, incluso desde aquellos que ni siquiera están infectados. Bajo esta idea, Jabbaz refuerza la noción de la incontenible maldad humana. Tal vez el comportamiento de algunos no-infectados carezca de violencia física, pero igual esconde intenciones o tratamientos deshumanizados.
Además del excepcional trabajo de Tzu-Chiang Wang, Regina Lei ayuda a vender el horror en despliegue con un trabajo lleno de miedo, estrés y shock. Su personaje es el mejor desarrollado, pero también es muy frustrante debido a su toma de decisiones.
La otra estrella de esta película es el trabajo artístico de la compañía IF SFX Art Maker, cuya grandiosa utilización de silicón y maquillaje permite exprimir al máximo las intensas y muy auténticas escenas de gore. Hubiera sido fácil, por ejemplo, hacer una toma que evite mostrar en su totalidad a un infectado arrancándole la nariz a una víctima; pero Jabbaz nos deja ver la elasticidad de los cartílagos bañados en sangre durante tan despiadado proceso. La ejecución del equipo de maquillaje es tremenda.
¿A quién recomendar esta película? “The Sadness” es horror transgresor en un enfermizo extremo. Con su sobresaliente dirección, Rob Jabbaz cumple exactamente lo que promete: perturbar. Es un espectáculo vil, provocativo y nihilista que explora la inhumanidad con la que operan las sociedades. Hará felices a fanáticos del gore y para el resto, propone un reto: ¿Hasta dónde puedes ver? ¿Qué espantosa situación te hará tirar la toalla?
“The Sadness” tuvo su estreno norteamericano en el Fantasia International Film Festival 2021, en donde ganó Mejor Ópera Prima y el Premio de la Audiencia a Mejor Película Asiática (Plata).