Es difícil dimensionar el impacto de Perro Aguayo en la lucha libre y la cultura mexicana. Con sus botas de borrego, frente cicatrizada, enorme carisma, una actitud temeraria y un desempeño sangriento, “El can de Nochtitlán” cautivó a miles de fanáticos noche tras noche hasta convertirse en uno de los luchadores más taquilleros de todos los tiempos no solo de la lucha mexicana, sino de la lucha global. Y eso cubre un terreno inmenso. Y es digno de elogiar que en tan solo 70 minutos de su documental “Un México Perro. El héroe verdadero”, Rafael Aparicio y Andrés Klimek logran capturar, con un alto grado de sensibilidad, la importancia e influencia de Perro Aguayo en la industria y en sus colegas.
El documental está compuesto por entrevistas a colegas, amigos y hasta “rivales” de Perro, tales como Canek, Villano V, Máscara Año 2000, Irma González, LA Park, El Japonés, Sangre Chicana, Cien Caras, Cibernético, Konnan y Dr. Karonte, además de figuras familiares y periodistas. La estructura de las entrevistas es desde un punto de vista íntimo, pues cada persona habla y dirige su mirada directamente hacia la cámara, como si estuviese charlando frente a frente con Perro Aguayo. Aunque pequeño, este giro en la forma del documental le da un toque profundamente cálido y sentimental a cada palabra que escuchamos.
Desde Konnan hasta Gran Hamada (cuya breve aparición le sacará las lágrimas a cualquier fanático del deporte), cada testimonio y anécdota contiene desborante amor hacia Perro Aguayo. En un gran acierto, Aparicio y Klimek no hacen un recorrido cronológico por la carrera del luchador, más bien le ceden la palabra a aquellos que lo conocieron mejor para paulatinamente formar un retrato de su personalidad: un hombre humilde, trabajador y cariñoso. Un aplauso especial a los directores porque capturar a LA Park llorando no es cosa fácil.
Las luchas de Perro eran espectaculares porque, entre otras cosas, solían presentar grandes cantidades de sangre. Pero el filme ni siquiera necesita apoyarse de pietaje de sus enfrentamientos, pues la inteligente edición de Riley Galvin exitosamente captura tu atención y transmite todas aquellas virtudes que hicieron de Perro una estrella en los cuadriláteros.
“Un México Perro. El héroe verdadero” no solo celebra a Perro, sino también a la lucha libre mexicana. No siempre es fácil ver a enmascarados romper kayfabe o personaje, pero aquí los vemos hablar con cierta apertura sobre las dificultades de la profesión, la entrega necesaria para sobresalir y las duras lesiones; el documental entiende la esencia del deporte y busca disipar esa ignorante noción de que “es puro show”. Javier Solórzano alimenta esta verdad con soberbios comentarios y da pie a reflexiones sobre la dura vida llevada por familiares de luchadores, mismas que son reforzadas por anécdotas de Luz Ramírez, esposa de Perro. Los directores plasman a la humanidad del deporte asegurándose de encumbrar a los luchadores como superhéroes de carne y hueso.
Y si la retrospectiva testimonial de la vida de Perro no hace efecto en aficionades, entonces la remembranza de su hijo lo hará. Reunida en una mesa y encabezada por su hermana, la familia de Hijo del Perro Aguayo recuerda el momento en el que se enteraron de su trágica muerte. Además de brindar una nueva perspectiva sobre el doloroso momento, esta secuencia apoya orgánicamente al discurso previamente presentado sobre la importancia familiar en los luchadores.
Aunque llega a deambular en su primera mitad y tiene un par de testimonios innecesarios (cortesía de un poco auténtico Rey Mysterio Jr.), “Un México Perro. El héroe verdadero” es un documental indispensable para fanáticos y fanáticas de la lucha libre moderna y de antaño. Utilizando un formato profundamente personal, Rafael Aparicio y Andrés Klime dirigen con calidez esta historia familiar, deportiva y nostálgica que rinde tributo y pone en alto al apellido Aguayo.
“Un México Perro. El héroe verdadero” forma parte de DOCS MX 2021 en donde se estará proyectando de manera presencial y virtual (gratuita) del 14 al 24 de octubre.