Las secuelas suelen considerarse malas por intentar replicar, muchas veces de manera poco satisfactoria, la magia de la película original; con frecuencia repiten los mejores elementos de su predecesora a mayor escala, ya sea alguna secuencia, la presencia de algún personaje carismático o de un gag recurrente. Pero, ¿qué pasa cuando la original, A través de mi ventana (adaptación de la famosa historia de Wattpad escrita por Ariana Godoy), no contaba con ninguno de esos componentes en primer lugar? A través del mar ocurre: una secuela aún más espantosa e irresponsable que la película original.

A través del mar nos lleva de regreso al mundo de “romance” de Raquel (Clara Talle), Ares Hidalgo (Julio Peña) y sus hermanos Artemis y Apolo (Eric Masip y Hugo Arbues). Raquel y Ares llevan un año separados luego de que él se fuera a estudiar medicina al extranjero, desgraciadamente cumplir su sueño no es como lo imaginó, se siente aislado y solo. Por su parte, Raquel recibe una oferta para publicar su manuscrito y convertirse en una autora reconocida. Las cosas cambian para ambos durante el fin de semana de la Fiesta de San Juan, un viaje a la playa, los amigos y los celos marcan un cambio en el rumbo de su relación.

El guion, escrito por Eduard Sola, quiere diferenciarse de la primera parte (centrada en Raquel y Ares)  al darle mayor presencia y desarrollo a los personajes secundarios, pero desgraciadamente no lo consigue: todos siguen siendo moldes vacíos, llenos de clichés y sin personalidad. Raquel continúa siendo la chica buena, perfecta y con la ilusión de sanar el corazón herido de Ares. El chico, por su parte, no deja de ser ese hombre violento y sin responsabilidad afectiva, incapaz de comunicarse con su novia. Además, Sola intenta profundizar en los hermanos de Ares, Artemis y Apolo, y sus relaciones amorosas, esto tampoco funciona, pues como con el personaje de Julio Peña, sus noviazgos consisten solamente en tener sexo de manera constante con sus parejas. Además las escenas de sexo son gratuitas y sirven solamente para objetivar los cuerpos de los protagonistas.

Las actuaciones de todo el elenco cumplen su propósito: ser chicos guapos, de vacaciones en la playa que lucen bien todo el tiempo, son insoportables y no tienen preocupaciones. Julio Peña intenta interpretar un Ares atormentado e incluso depresivo, sin embargo sus expresiones no logran transmitir nada de esto y más bien pareciera que está incómodo todo el tiempo.  Clara Talle, por su parte, sobreactúa constantemente y por lo mismo los momentos más intensos de su personaje resultan poco creíbles. 

La dirección de Marçal Flores es casi inexistente, incluso por momentos parece estar en modo automático pues no es capaz de brindarle algo único o especial a esta serie de películas, además, sigue fallando en varios aspectos técnicos. El ritmo es inconstante, la película inicia de forma frenética y luego se aletarga; el soundtrack está mal utilizado, cada cambio de secuencia es acompañado por una canción distinta, como si fuera necesario poner una melodía tras otra para llamar la atención del espectador. Contra todo pronóstico, la fotografía de Marc Miró (Rainbow) funciona para la historia que están contando y tiene momentos destacados: la secuencia inicial de la cinta o la persecución final son grandes ejemplos de ello.

A través del mar funcionaría mejor como comedia, desgraciadamente todos los involucrados se toman demasiado en serio la trama y los diálogos de una historia donde los personajes son irritantes y romantizan comportamientos tóxicos en una relación (por ejemplo, si Raquel engaña a Ares está bien pero si él lo hace es una desgracia monumental). Las actuaciones no transmiten todo el drama adolescente contenido en los largos monólogos de los personajes y los apartados técnicos siguen fallando en construir una película interesante y propositiva. La barra estaba muy abajo, su predecesora tampoco era una gran película, sin embargo está cinta es solamente un producto más de Netflix con el propósito de generar visualizaciones en la plataforma.

“A través del mar” ya se encuentra disponible en Netflix.