Aunque cada vez existe mayor apertura, la sexualidad sigue siendo un tema tabú e incómodo para muchas personas, algo gravísimo considerando que es un elemento crucial para el desarrollo pleno de todo ser humano. Por ello es refrescante ver un filme como Creatura que, con honestidad y empatía, retrata los efectos de la represión sexual a partir de una exploración de conceptos como el placer y el deseo.
La directora Elena Martín Gimeno también interpreta a la protagonista, Mila, una mujer en sus treintas que, junto a su novio Marcel (Oriol Pla), se muda a la vieja casa de su madre en un pueblo en Costa Brava. Aquí comienza a lidiar con una pérdida de deseo que provoca fricciones con Marcel y que, eventualmente, la llevan a un viaje de autodescubrimiento para el cual es necesario revisitar sus experiencias como niña y adolescente.
Clara Roquet (Costa Brava, Lebanon) se está convirtiendo en una de las mejores guionista de Europa y aquí, haciendo mancuerna con Gimeno, vuelve a demostrarnos por qué. El guion de Creatura, es sensible y auténtico, pues retrata experiencias que se sienten familiares y que rara vez vemos en pantalla; es un guion que plasma lo complicado que es para muchas personas expresarse cuando de sexualidad se habla, así como las distintas aristas relacionadas al tema como las clases sociales o el trauma generacional.
Hay una brillante escena en donde Mila y Marcel finalmente intentan hablar sobre lo que está (o no) ocurriendo en su vida sexual. Es una conversación esclarecedora que además de ser un punto clave en el hilo narrativo del filme, también aborda la relación entre el patriarcado y el tener una sexualidad no plena. Como parte de su autodescubrimiento de placer, Mila está intentando probar cosas nuevas, pero hay una desconexión con Marcel, quien se siente frustrado porque cree que el hecho de que su pareja está intentando “cosas nuevas” significa que él no la está satisfaciendo y, por lo tanto, está fallando como hombre y como pareja. Por más que Marcel, a través de su vocabulario y ciertas acciones a lo largo del filme, demuestre ser un hombre progresista y hasta cierto punto deconstruido, aún tiene una sexualidad muy cuadrada derivada de ideas conservadoras. Durante toda esta escena, Pla transmite de manera contundente la incomodidad de su personaje, quien tiene muchos problemas comunicando lo que siente.
Para conocer los despertares de su protagonista, Creatura nos lleva al pasado para conocer a la Mila de 15 años (Claudia Dalmau) y luego a la de 5 años (Mila Borràs). En el periodo de adolescencia nos encontramos con una joven que, en medio del comienzo de su exploración sexual, se topa con factores externos que, de una manera u otra, parecieran frenar el placer del descubrimiento, tales como ser llamada “puta” por ejercer su sexualidad, recibir prohibiciones bajo la excusa de “qué van a pensar los demás”, o ser empujada a acelelar su acercamiento al sexo. Todos estos elementos son comunes y Gimeno los utiliza sabiamente para recalcar la influencia del contexto social en el entorpecimiento de la sexualidad.
La etapa infantil es mucho más delicada, pero Gimeno y Roquet abordan con tacto el tema, siempre a través de una mirada natural y respetuosa, pues se trata de un despertar sensorial demostrado a través de pequeñas acciones y palabras inocentes que incomodan profundamente a los adultos y eso a su vez repercute en el desarrollo futuro de Mila.
Todo esto es llevado a buen puerto gracias a la autenticidad que Gimeno le imprime a la película, tanto a nivel actoral como de dirección. Las escenas de sexo, por ejemplo, son algunas de las más realistas que he visto en una película: la manera en cómo Mila se calienta y busca de manera lenta y juguetona a Marcel, la respuesta dubitativa y hasta torpe de éste, la gradual excitación, la pasión en despliegue y también la calidad liosa del sexo. Es crudo, erótico, poco glamoroso y tiene sentimiento, elementos que ayudan a darle un punch adicional de incertidumbre y tristeza a las secuelas del acto. Y así tenemos otros momentos cuya minuciosa construcción permiten adentrarte en la historia e hilar las distintas ideas relacionadas a su tema central.
Creatura nos muestra a seres que tienen problemas lidiando con su sexualidad e indaga en en las raíces de su represión para así empatizar con audiencias y obligar a la introspección. ¿Qué necesitamos para ejercer una sexualidad sana? ¿Qué elementos de nuestro pasado han influido en nuestro concepto de placer? Gimeno no responde estas preguntas por ti, sino que te invita a tomar elementos del filme para encontrar tus propias respuestas.
“Creatura” tuvo su estreno mundial en la Directors’ Fortnight de Cannes 2023.
Foto de portada cortesía de THE PR FACTORY.