¿Una película con múltiples historias ligeramente entrelazadas que inicia con un choque y trata temas como el racismo y la xenofobia? No, no se trata de la muy criticada ganadora del Oscar “Crash” del 2004, sino de “Colisión”, dirigida por Fabien Martorell: un thriller sudafricano con temas muy relevantes, pero cuya ejecución apresurada hacen que al final no resulte tan satisfactorio como pudo haber sido.
Johan (Langley Kirkwood) es un hombre blanco con actitudes racistas que culpa a las políticas de inclusión e integración por su fracaso económico y cuya relación con su esposa Diane (Tessa Jubber) pende de un hilo.. Bra Sol (Vuyo Dabula) es un gánster que se dedica a terribles acciones con tal de construir una escuela para ayudar a los niños migrantes, incluso si eso implica traficar mujeres. El Sr. Dinoko (Pheello Kotelo) es un tendero cuya xenofobia hacia los nigerianos lo lleva a tomar una decisión que cambia su vida y la de su hija Palesa (Samke Makhoba) para siempre.
Encontrar una trama atrapante e interesante que involucre un comentario social y muchísimos personajes no es una mala idea, nos lo demostró en 2019 “Los miserables” de Ladj Ly; sin embargo, esa película iniciaba el conflicto casi de manera inmediata, y las tensiones raciales y de clase se iban revelando conforme avanzaba la persecusión y se iban sumando personajes. “Colisión” está tan interesada en que entiendas quién es quién y qué conflicto tiene, que el verdadero suspenso comienza una vez llegados los 60 de sus casi 90 minutos. Para ese momento ya es muy tarde y la resolución apresurada termina dejando un aire de insatisfacción en lo que pudieron ser momentos muy poderosos.
Las conexiones entre tramas tampoco terminan por convencer: la historia del Sr. Dinoko y Palesa, por ejemplo, podría ser toda una película en sí misma, pues su relación con el resto de personajes es casi nula. ¿Recuerdan la muy criticada subtrama de Sandra Bullock en la ya mencionada “Crash” en la cual básicamente se rompe la pierna y su sirvienta la ayuda y resulta ser “su mejor amiga”? Así se sienten algunas de las conexiones en esta película: superficiales y flojas.
Eso no significa que todo sea malo: la película tiene un buen ritmo en sus primeros dos actos y te mantiene interesado (de hecho, como comentario social resulta bastante reveladora en sus primeros momentos). Las actuaciones en su mayoría no son malas, salvo al final cuando la exageración termina por matar el gran pico emocional de la historia. En el aspecto técnico también está bien hecha sin ser particularmente increíble, pero es un producto competente, sobre todo al momento de resaltar las diferencias socioeconómicas entre los personajes.
“Colisión” es un producto bien intencionado con temas importantes de los cuales es necesario hablar, sobre todo proviniendo de un cine que rara vez llega a nuestras pantallas. Es muy bueno que Netflix siga trayendo este tipo de producciones, pues le da espacio a películas que de otra forma tal vez jamás veríamos. Lastimosamente, las buenas intenciones no hacen necesariamente buenas películas: aunque entretiene y distrae lo suficiente, la experiencia en general termina siendo poco gratificante: es un desperdicio de potencial.
“Colisión” ya se encuentra disponible en Netflix.