Sin lugar a dudas, la franquicia creada por Akira Toriyama continúa expandiéndose y demostrando que la imaginación puede ser infinita en el proceso creativo con respecto a la narrativa e incluso el aspecto visual. “Dragon Ball Super: Super Hero”, dirigida por Tetsuro Kodama, toma la nostalgia y la convierte en el combustible necesario para magnificar el universo y proponer nuevas tramas, así como desarrollar a personajes un poco olvidados.
Esta nueva historia de Dragon Ball continúa luego de los acontecimientos de “Dragon Ball Super: Broly”, donde Gokú, Vegeta y Broly están entrenando con Bills y Wiss, mientras en la Tierra, la Patrulla Roja, aquel grupo criminal que al parecer había desaparecido luego de la destrucción de Cell, regresa con la intención de crear a una nueva generación de androides súper héroes y así acabar con los “extraterrestres”, tales como los super saiyajines. Esta nueva amenaza es enfrentada principalmente por Gohan (voz de Luis Manuel Ávila) y Piccoro (voz de Carlos Segundo), quienes descubren nuevas facetas de poder.
Es interesante ver cómo proyecto tras proyecto de la última década con respecto al universo de Dragon Ball se ha ocupado en expandir las historias de personajes principales y secundarios, así como volver canon a otros tantos que se quedaron en formatos OVA (Original Video Animation o mejor dicho como producciones en formato de video físico). A nivel económico y a nivel narrativo funcionó hacer a un lado la saga GT y continuar con los acontecimientos de Z hasta llegar a Super, porque si bien hay una fórmula más que conocida y establecida con finales felices, villanos derrotados, redenciones y héroes magnificando su poder, es muy grato ver en pantalla el constante desarrollo y crecimiento de aquello que lleva demasiados años en la vida de los espectadores (desde 1989), pero con un punto clave que marca diferencia: siempre manteniendo la epicidad.
“Dragon Ball Super: Super Hero”, en esta ocasión, vuelve a proponer un estilo de animación distinto a las otras películas o inclusive a la serie de televisión. Aquí, un estilo en 3D más cercano al de los videojuegos que al de alguna cinta de estudio hollywoodense, se presta para refrescar el aspecto visual y experimentar con texturas, colores, gestos, corporalidad y hasta espacios. Esta nueva capa visual tal vez no sea del agrado de todos, pues se sale completamente de la convencionalidad y da paso a la proposición y la confirmación que Dragon Ball, sin importar cómo sea presentado, funciona por su narrativa y deslumbrante construcción de personajes.
Con el paso del tiempo y de las historias de este anime, ha quedado claro la prominencia y el gran poderío de todos sus personajes, tanto de los centrales como los secundarios, donde cada uno tiene cosas que mostrar y son capaces de sostener tramas por sí mismos. En esta ocasión, dos de los personajes más maltratados y olvidados durante las últimas historias como lo son Gohan y Piccoro, tienen sus arcos de efectiva y brillante redención, pues son llevados al límite sin temor a los huecos narrativos. Al ser una saga tan extensa, los creadores de esta película, inteligentemente, buscaron utilizar la nostalgia para llenar a su conveniencia huecos que durante mucho tiempo estuvieron destapados y seguir cautivando al espectador: Toriyama revive la esencia de Piccoro tocando temas y habilidades del personaje que se dejaron en la primera saga, cuando incluso Gokú era pequeño.
La película funciona no solo por aventurarse durante la primera mitad a impregnarle elementos clásicos del cine de espías (como infiltrarse en bases de operación) y mantener discreción en las peleas, sino porque equilibra muy bien el humor con la interesante animación. Además le da un solvente desarrollo y peso a la fuerza poderosa de Gohan, Piccoro y Pan, así como el vínculo afectivo entre ellos tres.
A “Dragon Ball Super: Super Hero” y en general a la franquicia no le preocupa en lo más mínimo seguir explotando a héroes y villanos, pues confía en el poderío de sus historias, sus emotivos mensajes y la fidelidad de sus fanáticos, además que trata de experimentar con la animación y brindar aspectos únicos y distintivos; la psicodelia en los trazados y los colores es fascinante e hipnótica.
“Dragon Ball Super: Super Hero” ya está disponible en cines.