Si te imaginas “The Beguiled” con más erotismo y ambientada en un futuro distópico tendrás como resultado “Glasshouse”, de la directora Kelsey Egan, un poderoso thriller con toques de ciencia ficción que no sólo te cautivará, sino que te dejará con la boca abierta.
En un mundo en el cual se ha esparcido una toxina que borra la memoria, una familia liderada por una autoritaria matriarca (Adrienne Pearce) vive a salvo en una casa de cristal y manteniendo alejados a los extraños y violentos afectados por la plaga. Sin embargo, un día un guapo y misterioso hombre aparece (Hilton Pelser), provocando grandes tensiones entre las dos hermanas mayores del hogar: Bee (Jessica Alexander) e Evie (Anja Taljaard), al punto de amenazar gravemente el equilibrio del santuario.
Esta es una de esas raras películas en las cuales todos los elementos están equilibrados de forma precisa para crear una pieza redonda y muy satisfactoria. A su interesante guion se suma una puesta en escena impecable que mezcla muy bien el contexto futurista con elementos que hacen alusión a un pasado muy distante, como si se tratase de personas del siglo XIX viviendo en el XXII: la música, los vestuarios, la propia casa, todo recuerda a un tiempo pasado, y su contraste con las máscaras para evitar la toxina o la interesante toma inicial de un mundo destruido dan una inquietante sensación de anacronismo perfecta para la historia.
A esto se suma un elenco a la altura del material. Hilton Pelser es muy atractivo pero también amenazador: su sola presencia hace incómodas incluso acciones objetivamente buenas, y eso ayuda a generar gran parte del suspenso de la película. Por su parte, Jessica Alexander y Anja Taljaard revelan poco a poco cómo bajo un decidido e incluso cruel exterior se esconde un interior tan frágil como el cristal de su hogar. Interpretando a la madre de las chicas, Adrienne Pearce transmite autoridad y cariño a la vez; es un personaje misterioso del cual el espectador aprende poco a poco.
Al igual que “The Beguiled”, “”Glasshouse” tiene mucho que decir acerca de la naturaleza humana: las relaciones familiares, el deseo, la culpa, la memoria y la construcción de los mitos son algunos de los temas explorados. Sin embargo, la dirección precisa de Egan hacen de esta mucho más que una réplica con distinta ambientación: sí, las películas cuentan con elementos muy similares, pero la directora impregna su voz y la convierte en una pieza única. Así como “Ex Machina” y la muy subvalorada “Another Earth”, este es un trabajo que usa la ciencia ficción y, con menos elementos de los que uno suele estar acostumbrado a ver en el género, construye una pieza de gran valor intelectual y narrativo: un tesoro que seguro vas a recordar.
“Glasshouse” se estrena el 12 de julio en plataformas digitales de Norteamérica. Imagen de portada cortesía de David Dettman Photography.