Dentro del thriller existe un tipo particular conocido como home invasion: piezas contenidas en las cuales uno o varios asesinos entran a una casa y nuestros protagonistas tienen que huir. Pese a sus ventajas a nivel de producción, estas películas presentan una serie de retos: la casa debe ser suficientemente interesante como para ofrecer varios escondites y soluciones, la tensión debe escalar constantemente, y tenemos que temer por nuestro protagonista. “Hasta que mueras” no reinventa la fórmula, pero es una entrega que cumple satisfactoriamente todos estos requerimientos, en gran parte gracias a Megan Fox.

Emma (Megan Fox) está pasando probablemente el peor día de su vida: mientras dormía, su marido Max (Eoin Macken) se esposó a ella y luego se suicidó. Atada a este cadáver en una cabaña en medio de la nada, las cosas no mejoran para Emma cuando dos asesinos (Callan Mulvey y Jack Roth) contratados por su ahora difunto esposo llegan a la casa a terminar con ella.

El guion de Jason Carvey se encarga de darle a Emma ingeniosos pero verosímiles recursos para huir y enfrentarse a sus asesinos, aumentando constantemente el suspenso en este juego del gato y el ratón. Además, de forma inteligente, el establecer toda la situación como una venganza de Max nos permite ir conociendo poco a poco más de nuestra heroína sin detener la trama o abusar de los flashbacks. Cada elemento está colocado de manera precisa en este enfermizo e intrigante complot para mantener a Emma (y al espectador) siempre alerta.

Es gratificante ver a Megan Fox de regreso a un papel lejos de la explotación a la cual fue sometida durante su periodo de mayor fama a mediados de los 2000. Aunque no es tan transgresora como la ahora pieza de culto “Jennifer’s Body”, esta película  le da suficiente espacio para lucir su talento, sobre todo cuando debe transmitir desesperación, aunque también nos muestra de manera correcta las complejidades internas de su personaje en los momentos de sutileza (sobre todo la profunda infelicidad de su matrimonio).

La dirección de S. K. Dale le hace justicia a su historia y protagonista, manteniéndote al borde de tu asiento sin recurrir a sustos fáciles y con un efectivo manejo del misterio: pese a desarrollarse en una casa y unos alrededores cubiertos de nieve, el espacio nunca aburre y las situaciones no se sienten repetitivas.

Aunque no le da la vuelta a los moldes del género, como lo hizo “You’re Next”, y tampoco tiene un distintivo tan particular como el de “Hush” de Mike Flanagan, “Hasta que mueras” cumple con su cometido por una hora y media llena de sorpresas y con tensión suficiente como para entretener incluso a los más exigentes.

“Hasta que mueras” ya se encuentra disponible en cines.