El amor es el tema central del segundo filme del azerbaiyano Hilal Baydarov, “In Between Dying”, pero el camino para encontrarlo es uno lleno de metáforas sin sentido.
En esta historia seguimos a un joven llamado Davud (Orkhan Iskandarli) que molesto de tener que cuidar a su moribunda madre, decide salir de casa y emprender un pequeño viaje. Su primera parada consiste en comprar marihuana a alguien llamado “Doctor” pero el intercambio se pone violento y Davud termina disparándole a uno de los dealers. Sale corriendo y Doctor manda a tres secuaces a perseguirlo.
Durante esta caza, Davud tiene una serie de extraños encuentros. Se topa con una mujer encadenada por su padre, a una esposa golpeada y rescata a una novia huyendo de su hermano en el día de su boda. En cada parada del recorrido, alguien termina muriendo. Los persecutores de Davud examinan el rastro de muerte con gran confusión y se detienen a reflexionar sobre su significado.

Entre cada encuentro, escuchamos a Davud hablar sobre su experiencia mientras lo vemos acompañado de una mujer velada y un caballo blanco en medio de hermosos paisajes. Y es que “paisaje” parece ser la palabra clave de “In Between Dying”, un filme con espectacular fotografía en donde gozarás de poéticos panoramas naturales. Lástima que la narrativa no empata la estética.
Las influencias de Tarkovski son claras y si queda alguna duda, el coproductor de la película es Carlos Reygadas, ferviente seguidor del soviético. No es de sorprenderse que este sea un filme excesivamente contemplativo. Baydarov pondera sobre amor y aquello que ocurre entre el nacimiento y la muerte, pero no tiene mucho éxito. Hay escenas largas y redundantes, así como diálogos sin enfoque. La narrativa parece no llevar a ningún lado y las “poéticas” metáforas no son nada más que confusos desvaríos.
“In Between Dying” es un ejercicio críptico que cae en el ridículo debido a una dirección pobre. Es una película auténtica que sientes y no entiendes, exquisita para el ojo pero inútil para el cerebro.
“In Between Dying” formó parte de la competencia oficial del Festival Internacional de Cine de Los Cabos 2020.