“Marvelous and the Black Hole” tiene una historia que ya hemos visto. Una persona intentando superar una pérdida recibe ayuda inesperada que cambia su vida. Sin embargo, será difícil encontrar una película con tanta alegría, magia y corazón como la que Kate Tsang ha creado en este, su largometraje debut.
Sammy (Miya Cech) tiene 13 años y no sabe cómo superar la muerte de su madre. Está llena de ira y no soporta ver a la nueva pretendiente de su padre (Leonardo Nam), un hombre con mucho trabajo, aún en duelo y que no sabe cómo comunicarse con ella, ni cómo lidiar con sus explosiones de odio. Tras un incidente de vandalismo, Sammy es obligada a tomar una clase de verano sobre emprendimiento. Si reprueba, será enviada a un campamento para jóvenes problemáticos.
Aunque esto suene poco original, la introducción es presentada con divertidos chistes, una edición juguetona y una creativa utilización de gráficos, logrando que todo se sienta fresco. Y las cosas se ponen mejor.
Tras intentar escapar de su aburrida clase, Sammy conoce a Margo (Rhea Perlman), una maga muy amistosa que la presiona para ser su asistente durante una pequeña función para niños. Aunque intenta disimular sus sentimientos bajo un velo de hostilidad, Sammy queda impresionada y eventualmente es convencida por Margo de ser su pupila. La magia se convierte en una válvula de desahogo y a través de su amistad con Margo, Sammy comienza a ver la vida bajo otra perspectiva.

El manejo del proceso de duelo de Sammy es inteligente; no todo se soluciona después de conocer a Margo. Al contrario, nuestra protagonista debe superar más obstáculos y desasosiego en su camino. Todo es parte de crecer.
El personaje de Sammy es cuidadosamente desarrollado para comprender su dolor y de dónde viene todo su enojo, pero también hay espacio para iluminar la pantalla con su sonrisa y humor de adolescente. Miya Cech (“Always Be My Maybe”) es una maravilla navegando este complejo papel; es una interpretación vulnerable y empática con excelente timing cómico.
Cech está muy bien acompañada. Rhea Perlman (“Cheers”) es entusiasmo puro, su presencia es siempre un rayo de luz que pelea por disipar la nube de dolor de Sammy. Como el padre plagado de dudas, Leonardo Nam (“Westworld”) entrega una actuación melancólica de incomprensión. Kannon Omachi hace bien las cosas como la hermana mayor, pero la relación de su personaje con el de Sammy es apenas explorada. Fue también bueno ver a Keith Powell (“30 Rock”) y Jonathan Slavin (“Santa Clarita Diet”).
La dirección de Tsang está repleta de encantadores detalles y toques inesperados que ayudan a superar la poco original premisa. Aún cuando vemos sangre, el tono es ligero y caricaturesco. La edición es dinámica, la estética astuta y el humor siempre funciona. Si hay un pecado es que hubiera sido bueno pasar más tiempo junto a Sammy y Margo.
“Marvelous and the Black Hole” es un coming-of-age mágico y creativo que enamora de inicio a fin, llena tu corazón de esperanza y entrega un mensaje de resiliencia en tiempos de tinieblas. Un debut rebosante de alegría e imaginación por parte de Kate Tsang.
“Marvelous and the Black Hole” tuvo su premiere en el Festival Sundance 2021.
