Al ver “Observada”, de Chloe Okuno, resulta innegable que toma como inspiración a “Perfect Blue” (algo confirmado por la propia directora), un intenso thriller psicológico donde la paranoia se apodera de la protagonista ante una amenaza invisible pero claramente real. Okuno no solo captura perfectamente esta misma sensación, sino que les da a los amantes del suspenso una pieza dirigida con destreza que los mantendrá al borde del asiento a la vez que presenta interesantes reflexiones sobre los peligros de ser mujer en una sociedad que las ignora.
Julia (Maika Monroe) es una mujer estadounidense que se muda a Bucarest porque su esposo (Karl Glusman) ha sido trasladado allí por razones de trabajo. Sola en una ciudad de la cual no conoce el idioma, Julia trata de pasar los días aprendiendo rumano y esperando a su esposo hasta altas horas de la noche en su departamento. Sin embargo, un día nota que una silueta de un hombre la ve desde el edificio de enfrente, y poco a poco crece la sensación de que esa aterradora figura la persigue a donde quiera que vaya.
Escrita por Okuno, basada en un guion de Zack Ford, gran parte de la tensión de la película viene de cómo Julia no es escuchada por nadie: cuando menciona su temor ante el extraño hombre que parece acosarla, tanto su esposo como la policía creen que está exagerando. Esta sensación de impotencia se incrementa gracias a la muy buena decisión de ambientar la historia en Bucarest, pues nuestra protagonista está completamente aislada de su entorno por la barrera lingüística. En entrevistas la directora ha dicho que el guion original de Ford se enfocaba más en la pareja, pero cuando el productor Roy Lee se sumó al proyecto tuvieron la idea de hacerlo todo desde la perspectiva de Julia, una decisión que cambia completamente el punto de vista de la historia y hace más efectivo su mensaje.
Este sentimiento es transmitido perfectamente por la directora y todo su equipo. La fotografía de Benjamin Kirk Nielsen, con quien Okuno ya trabajó en su cortometraje “Slut”, no solo es preciosa, sino que además enmarca a la protagonista para encerrarla en el encuadre, aislándola de la escena y dando además la sensación de que la estamos observando desde afuera, viéndola sin su consentimiento.
Este trabajo se ve elevado por el diseño de producción de Nora Dumitrescu, quien aumenta esta sensación de paranoia, muchas veces mezclando a Julia con el fondo e invisibilizando su presencia conforme avanza la historia, algo por lo que el vestuario de Claudia Bunea también merece crédito.
No es la primera vez que Maika Monroe huye ante una amenaza aparentemente invisible, pues ya lo hizo en “It Follows”, pero aquí la efectividad de la historia depende completamente de ella: la cámara no la abandona en ningún momento y su creciente temor nos mantiene intrigados pese a que en pantalla ocurra poco realmente. Esta es una película cuyo suspenso viene de cómo se siente el personaje, y Monroe lo transmite en cada pequeña expresión.
Muy al estilo de un thriller de Hitchcock, pero sin regodearse en el sufrimiento de su protagonista, “Observada” es un trabajo que explora los miedos de ser mujer en un mundo dominado por hombres no dispuestos a escuchar, uno que normaliza el acoso y formas silenciosas de violencia que culminan en terribles consecuencias. No es la primera vez que Chloe Okuno trata este tema, como se puede ver en la ya mencionada “Slut”, pero aquí lo hace con tanta sutileza y cuidado de la técnica que su mensaje permea en el espectador de forma lenta pero contundente.
“Observada” es distribuida por Cine Caníbal y se estrena en cines mexicanos el 3 de noviembre.