“Negocios o placer”, pregunta un oficial de migración de Los Angeles a una joven sueca recién llegada. “Placer”, responde ella. Tiene 19 años y su nombre es Linnéa (Sofia Kappel), pero ahora será conocida como Bella Cherry porque está a punto de entrar al mundo de la industria pornográfica. Un mundo que, pronto aprenderá, tiene que ver más con negocios que con placer. Es un mundo examinado con crudeza y honestidad por Ninja Thyberg en su largometraje debut, “Pleasure”.

Inmediatamente, Bella se presenta a grabar su primera escena porno, se toma una selfie con semen en la cara para presumir en Instagram, es felicitada por el director y recibe el consejo de tener cuidado de otras actrices. Sin embargo, al conocer a sus roomies Joy (Revika Reustle) y Ashley (Dana DeArmond) — clientas de su mismo agente — encuentra hermandad y un apoyo importante para dar sus primeros pasos en la industria.

Una llamada con su madre (quien piensa que su hija está trabajando en un café) nos hace entender que Bella siempre ha tenido una personalidad serena y solitaria, rasgos que le van a permitir escalar posiciones. A pesar de tener una relación cercana a sus roomies, silenciosamente admira a Ava (Evelyn Claire), una exitosa modelo que en su primer encuentro deja claro que no está en la industria para hacer amigas, sino dinero. ¿Es este el camino que debe seguir Bella para alcanzar sus metas?

Bella quiere glamour, dinero y fama, pero rápidamente se da cuenta de que esas cualidades no van de la mano con el placer. Los hombres controlan a la industria y para llegar a la cima, Bella deberá filmar escenas cada vez más extremas. Su percepción sobre la pornografía comienza a cambiar y su cuerpo se convierte en una simple herramienta de explotación. Su voz es para gemir y fingir placer, no para quejarse del status quo.

“Pleasure” es explícita, devastadora y siempre auténtica. Las escenas de sexo no siempre o son placenteras, ni divertidas. Thyberg aborda la temática sin miedo, creando una plataforma íntegra para visualizar las operaciones pornográficas tras bambalinas. Muestra la humanidad de sus trabajadoras, para luego convertirse en exposé del proceso deshumanizante que la industria produce en ellas debido al control masculino que existe en ella. En una escena brutal, Bella accede a actuar en un video hostil de asalto sexual, en donde director y actores la intentan inducir a un estado de falsa seguridad con halagos. Es violación, pero ellos le llaman arte. Muy distinta es una escena de bondage dirigida por una mujer, quien se asegura de mantener a Bella siempre cómoda y segura. 

Hay una dinámica respetuosa que la directora sueca maneja, en donde efectivamente muestra la misoginia inherente del negocio, sin dejar de reconocer el trabajo necesario para destacarse en el mismo y las buenas experiencias que aquí existen. El filme no es exactamente transgresor hacia el porno. De hecho, con excepción de Sofia Kappel, Thyberg utilizó personalidades reales de la industria del entretenimiento adulto para poblar su elenco. El hecho de que la directora haya obtenido tal grado de acceso, así como la participación de trabajadores tan populares, habla de un proyecto que no critica directamente a la industria.

En su debut como actriz, Kappel entrega un trabajo comprometido, íntimo y sutil en donde no necesita de espectaculares monólogos o estruendosas escenas para hacernos comprender lo que pasa por su mente. A lo largo del filme, Kappel es capaz de transformarse en lo que sus agentes y directores esperan de Bella; en sus ojos encontramos la gradual tristeza derivada de la fama y la desesperación de no poder alzar la voz.

“Pleasure” es la historia de una persona forzada a perder inhibiciones y alienarse de seres queridos para encontrar reconocimiento en una industria controlada por poder. Es un excepcional filme en donde Ninja Thyberg nos muestra humanidad para luego arrebatarla.

“Pleasure” tuvo su estreno mundial en Sundance 2021. Fue adquirida para su distribución por A24 en Estados Unidos, por Mubi en Reino Unido y Latinoamérica.