Cuando leía cuentos con mi mamá, recuerdo que veía las elaboradas ilustraciones y, conforme avanzaba la historia, imaginaba que éstas cobraban vida y me transportaban a un mundo desconocido. “Princesse Dragon”, de los directores Jean-Jacques Denis y Anthony Roux, revivió esta sensación: su hermoso estilo y ternura parecen haber sido sacados de una vieja historia para niños, una cuyos mensajes actuales y urgentes la hacen una opción perfecta para chicos y grandes.

Un dragón (Jérémie Covillault) con todo el oro del mundo, vive en enorme soledad y desea tener hijos con quienes compartir sus riquezas. Angustiado por esta idea,  hace un trato con una hechicera con cara de sapo (Colette Venhard), quien le concede su deseo, pero con un truco: una de sus hijas tiene apariencia humana, una especie que el dragón desprecia con todo su corazón. Cuando esta pequeña llamada Poil (Kaycie Chase) conoce a una humana llamada Princesse (Lila Lacombe), forman un vínculo que cambia la vida de ambas para siempre.

Aunque esta trama suene a algo que ya hemos visto en otras ocasiones (comparaciones con “Ponyo” o “The Secret of Kells” son inevitables), su bella animación, que a ratos recuerda a Studios Ghibli, y la sencillez de su historia la convierten en una experiencia digna de disfrutar en familia. Su estilo visual no es el único elemento en el cual la película resulta similar a los clásicos de Miyazaki, con quien comparte también su afición por las heroínas fuertes, una enigmática pero no del todo mala bruja y un gran amor por la naturaleza.

Sin embargo, a diferencia de las películas antes mencionadas, ésta se mantiene corta y directa: la historia avanza sin detenerse ni en la mitología del mundo ni en su cotidianidad. Esto es una gran virtud, pues le permite abarcar una gran cantidad de información en poco más de una hora y  mantiene la atención del espectador en todo momento (algo muy importante en una película también enfocada en los niños). El guion tiene humor, tensión y drama en las dosis justas para que el ritmo se sienta fluido pese a todos los acontecimientos y personajes introducidos, lo cual se complementa muy bien con su detallado y atractivo estilo visual (dan ganas de verla varias veces solo para apreciarlo mejor).

Como toda historia de niños, ésta tiene una enseñanza: los peligros de la codicia humana. Tanto el rey (padre Princesse) como el dragón viven apegados a su oro y riquezas, aún a costa de su familia y del mundo que los rodea. Su comportamiento no es muy distinto al de la mayoría de personas en el día a día: muchas veces dejamos que nuestra ambición y egoísmo terminen por arruinar nuestras relaciones y, lo peor de todo, el planeta. Al igual que el rey considera suyo el oro del dragón, muchos gobiernos y empresas destruyen ecosistemas completos y reclaman como propios recursos que no les pertenecen, y cuya explotación beneficia a sólo unos pocos.

Que estos dos personajes sean hombres tampoco es coincidencia: la película tiene un interesante comentario sobre la opresión hacia la mujer en distintas estructuras sociales. El rey, por ejemplo, tiene a su esposa encerrada en una torre por querer darle dinero al pueblo y tiene a su hija comprometida con un insoportable aristócrata aficionado a la caza despiadada, sólo por el dinero que obtendrá de dicho matrimonio. Al final, son estas dos niñas (subvaloradas por sus padres y la sociedad) quienes a través de su empatía logran unir el mundo del hombre con el bosque. Incluso la bruja no cae en el estereotipo de mujer vieja y malvada, sino que es más bien una juguetona quimera cuya sabiduría y poder deja en ridículo las pretensiones de grandeza del Dragón y el rey.

“Princesse Dragon” es una aventura que tanto niños como adultos pueden disfrutar. Aunque los amantes de historias más maduras tal vez encuentren ésta un poco sencilla, su elaborada animación, personajes entrañables y un gran mensaje para todas las edades son más que suficientes para atrapar y conmover a cualquiera. En un mundo lleno de cinismo, esta película es como un hechizo que alegra tu interior.

“Princesse Dragon” tuvo su premiere canadiense en el Fantasia International Film Festival 2022.