Cuando “Sing” se estrenó hace casi 6 años fue todo un éxito: esta divertida aunque poco memorable comedia musical recaudó más de 600 millones de dólares a nivel mundial. Ante este indudable logro, una secuela era inevitable, y el director Garth Jennings nos da una segunda entrega, “Sing 2”, que sigue un claro principio: si no está roto, no lo arregles.
Tras una decepcionante crítica a su show, el koala Buster Moon (Matthew McConaughey) y su equipo se van a la gran ciudad para demostrar su talento. Debido a una serie de malentendidos se ven obligados a convencer a una estrella retirada, el legendario Clay Calloway (Bono), de participar en su nueva obra.
Como ya se dijo, esta película trae de regreso todo lo que hizo tan exitosa a la anterior: canciones populares, personajes tiernos con conflictos no muy complicados, mucho humor y números musicales entretenidos y vistosos. “Sing 2” nunca se toma en serio y nos trae un divertido espectáculo para toda la familia.
A diferencia de otras secuelas animadas, algo que hace muy bien es no caer en lo repetitivo respecto al desarrollo de sus personajes: le da nuevos retos y sube la vara sin traicionar la esencia de ninguno. De entre ellos destaca el arco de Johnny (Taron Egerton), quien ahora aprenderá a confiar en sí mismo para demostrarle a un déspota instructor de baile (Adam Buxton), que tiene todo lo necesario para ser una estrella.
Al viejo equipo se suman Jimmy Crystal (Bobby Cannavale), un lobo mafioso con problemas de ira que funciona como parodia de los corruptos y abusivos empresarios de la industria del entretenimiento; su hija Porsha (Halsey), una chica mimada sin habilidades actorales; y el ya mencionado Clay Calloway, cuya relación con Ash (Scarlett Johansson) nos da uno de los momentos más emotivos de la historia.
Si hay algo reprochable en “Sing 2” es la oportunidad desperdiciada de su canción original “Your Song Saved My Life”, la cual está como finalista al Oscar a Mejor Canción Original. Al ser una película musical, la melodía se prestaba perfectamente para funcionar como clímax de la historia, pero los creadores prefirieron usarla de fondo en una escena sin tanta carga emocional, por lo que se pierde su impacto. Este tema va perfectamente con la historia, y no darle un número musical le quita la fuerza que se merece.
Así como la entrega anterior, “Sing 2” es predecible: quienes vayan esperando una sorpresa van a salir decepcionados; sin embargo, para aquellos que busquen más de las risas fáciles y pegajosas canciones de hace 6 años (algo muy bienvenido en estos tiempos), ésta es la opción perfecta para pasar una tarde en familia.
“Sing 2” se encuentra disponible en cines.