Cuando muere alguien cercano, a veces es difícil entender la razón por la cual pasó: nuestro dolor ante la pérdida nos hace buscar explicaciones e intentar encontrarle un sentido, sobre todo si esa persona se quitó la vida. La directora Lily Frances Henderson lleva diez años intentando entender esto tras la muerte de una amiga muy querida, algo que la llevó a hacer el documental “This Much We Know”, un duro y sincero relato que explora las causas del suicidio.

La película se centra en el caso del adolescente Levi Presley, quien un día se aventó de uno de los casinos más altos de Las Vegas. La directora comienza su viaje recreando el último día del chico, todo lo que podemos saber por los hechos y los recuentos al respecto (de allí el título de la obra). Sin embargo, a la hora de explicar el acontecimiento en sí, nos dice que existen 5 preguntas básicas para entender cualquier fenómeno: dónde, cuándo, quién, qué, cómo y por qué. Estás preguntas funcionan a modo de capítulos para la introspectiva e íntima investigación de Henderson.

Aunque la directora entrevista a familiares y amigos de la víctima, a expertos e incluso científicos, siempre evita los lugares comunes de este tipo de documentales. Su narración, por ejemplo, interrumpe y se sobrepone a la de los personajes, dándonos la sensación de estar procesando sus palabras junto con ella. De forma similar al corto nominado al Oscar “When We Were Bullies”, este es un trabajo autoral mucho más interesado en las emociones que en los números y los datos duros; busca llegar a las respuestas a través de la experiencia personal de la directora.

La historia hábilmente va hilando preguntas difíciles sobre un tema complicado. El escenario, Las Vegas, juega un papel muy importante, no sólo por tratarse de la ciudad con mayor índice de suicidio en Estados Unidos, sino que su historia funciona como una alegoría del tema a tratar. El contexto cultural es una excusa para analizar la gran cantidad de variables alrededor del suicidio, lo poco que entendemos de sus causas y lo difícil que es determinarlas. En una ciudad conocida por ser el centro de diversión y espectáculo, ¿qué lleva a tanta gente a terminar con su existencia?

Como trama secundaria se nos habla del uso de Yucca Mountain como lugar de residuos nucleares, y los grandes incidentes relacionados con este tipo de materiales pese a las bajas probabilidades de que ocurriesen. “Fue un error humano, no un error científico”, asegura un experto, algo curioso, pues cuando Lily pregunta por qué un suicidio no puede ser un accidente, una decisión tomada precipitadamente y tal vez inintencional, se le desestima catogóricamente. Si algo con una probabilidad tan baja de fallo pudo aún así ser susceptible a errores fatales, ¿cómo una decisión completamente humana puede no serlo?

Pese a su honestidad, el acercamiento de la directora a la familia de Levi a veces resulta problemático: es de esos trabajos en los cuales uno no puede evitar preguntarse si se revictimiza a la familia al hacerla revivir este triste hecho. Aunque la cámara mantiene de forma respetuosa su distancia, algunas imágenes de archivo del incidente pudieron evitarse. Son solo unos segundos, pero sí rompen con el tono nada morboso del resto de la película.

“This Much We Know” es una pieza meditativa y dolorosa que usa el luto como punto de partida para explorar temas complejos sobre la muerte y la naturaleza humana. Desde el cuestionar la veracidad de las historias que contamos de los muertos, hasta un par de entrevistas con una médium, la directora no nos da respuestas concluyentes, pero sí abre la puerta a la reflexión y sanación. 

“This Much We Know” tuvo su estreno mundial en el Camden International Film Festival 2022.

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