RuPaul dijo que “cuando te conviertes en la imagen de tu propia imaginación, eres la cosa más poderosa que jamás podrías hacer”. Los ideales de esta cita, es decir, el hambre de crear arte a partir de la expresión y la realización de aquello que deseas ser, se encuentra presente en el espíritu de “Three Nights a Week”, largometraje debut en donde Florent Gouëlou plasma la riqueza del mundo drag, desde su elegancia y color hasta su discurso de resistencia, a través de una historia de amor.

Cuando Baptiste (Pablo Pauly), un fotógrafo de 29 años, conoce a Cookie Kunty (Romain Eck) en las calles de París, prácticamente podemos ver corazones flotando de sus ojos. Baptiste tiene una relación de 8 años con su ausente novia Samia (Hafsia Herzi) pero eso no impide que caiga enamorado de Cookie y con ello, comience a descubrir el mundo drag.

Pero Gouëlou no ofrece un romance idílico o simple. Además de forcejear con la idea de dejar a Samia, Baptiste tiene problemas comprendiendo su rol como pareja de Cookie, quien parece nunca separar su vida como drag queen de su vida sin maquillaje (Quentin es su nombre real). El fotógrafo teme que no exista cabida para él y su amor en esa dualidad. Este fascinante conflicto narrativo, que exitosamente mantiene tu atención durante el metraje del filme, es potencializado por las buenas actuaciones de Cookie y Pauly, cuya mirada de cachorrito confundido y enamorado es perfecta para el papel. 

El propio Gouëlou forma parte de la comunidad drag (su nombre nocturno es Javel Habibi) y utiliza esa experiencia para plasmar detalles, generar autenticidad y profundizar la historia de “Three Nights a Week”. El director pone especial atención el uso del maquillaje y la sensación de libertad que conlleva la transformación de sus personajes; también plasma la espectacularidad y diversidad de los performances que van desde lip sync hasta stand-up. Si no conoces nada del mundo drag, Gouëlou te da un efectivo tour por la pomposidad y parafernalia, pero también por la discriminación e intolerancia; de hecho, Baptiste bien podría ser una especie de alter-ego de la audiencia en el sentido de que él también está descubriendo poco a poco todos estos elementos.

Un elemento clave en la autenticidad del filme es que una gran parte del elenco y crew está conformado por personas pertenecientes a la comunidad drag: un total de 40 artistas francesxs trabajaron delante y detrás de cámaras en “Three Nights a Week”, incluyendo la popular Cookie Kunty. Como resultado tenemos performances vistosos e interacciones reales; cuando estamos entre el círculo de dragas, podemos sentir energía, caos y mucha unión. Asimismo, en medio del amor, la alegría y el show, Gouëlou transmite, sin forzar las cosas o eclipsar el romance central, el aspecto de resistencia relacionado al drag, plasmándolo como una herramienta de autoexpresión y encumbrando a sus artistas como voces apasionadas, valientes y orgullosas. 

Con mucho cariño y autenticidad, Gouëlou plasma las diversas aristas de todo un movimiento para hacer de “Three Nights a Week” una fabulosa invitación a descubrir el mundo drag a través de una historia de amor. 

“Three Nights a Week” formó parte de la Settimana Internazionale della Critica en el Festival de Cine de Venecia 2022.

Imagen de portada cortesía de THE PR FACTORY.