Quien haya visto alguna vez una película de Hallmark Channel sabe muy bien de qué tipo de producto se trata: comedias románticas fáciles de digerir, sin grandes pretensiones ni muchos valores de producción, que sirven para distraerse despreocupadamente. Digo esto porque “Tratamiento real” sigue el mismo principio: esta película del director Rick Jacobson es una azucarada historia de Cenicienta que tal vez no dure en tu memoria mucho tiempo, pero cuya ingenuidad seguro sacará una sonrisa o dos a quienes disfrutan de este tipo de contenido.

Isabella (Laura Marano), una chica que trabaja en una peluquería en Nueva York, es contratada por accidente para cortarle el cabello al príncipe Thomas de Lavania (Mena Massoud). El chico ve en ella una autenticidad que hace tiempo no sentía, y la invita a su boda en Lavania para ser la encargada de los peinados; sin embargo, ¿podría esta amistad convertirse en algo más?

“Tratamiento real” se suma a “Un príncipe de Navidad” e “Intercambio de princesas” como la última entrega sobre una chica que se enamora del príncipe de un país lo suficientemente pequeño como para ser recorrido en un día a pie. Tan consciente está Netflix de su similitud que en una parte de la película un personaje le pregunta a Isabella dónde queda Lavania, y ella responde que al este de Aldovia, país donde se desarrolla “Un príncipe de Navidad”. ¿Abre esto la posibilidad de un universo cinematográfico entre estas películas de Netflix? Solo el tiempo (y el dinero) lo dirá.

La diferencia con sus predecesoras es la comodidad con la cual acepta su propia naturaleza. La guionista Holly Lester sabe qué tipo de película estamos viendo y, en lugar de tratar de ocultarlo, lo acepta con humor: chistes como el del príncipe comentando que su cabello parece una mala peluca (porque, efectivamente, lo es) o el de Isabella diciendo ser la princesa de Genovia hacen que inmediatamente no tomemos muy en serio lo que pasa.

Laura Marano, quien además es productora junto con su madre y hermana, interpreta a Isabella con el carisma característico de sus días en Disney Channel en “Austin y Ally”. Su contagioso entusiasmo y la conciencia social de su personaje hacen disfrutable gran parte de la película. Por otro lado, si bien es muy grato ver a Mena Massoud tras su trabajo en “Aladdin”, su personaje no tiene mucho que hacer más que ser el guapo príncipe de buen corazón en busca de su propio camino.

No, esta no es una gran película en ningún sentido: varios diálogos y actuaciones sí causan mucha incomodidad de lo artificiales que son, los conflictos son prácticamente inexistentes, carece de identidad visual y es cursi al extremo de ser empalagosa, pero a diferencia de otras cintas de este tipo (como la más reciente entrega de “Cenicienta”), tiene mucho corazón y buenas intenciones.

“Tratamiento real” tal vez no sea para todos, y ciertamente no es lo que no se imagina al hablar de cine, pero, para quienes les gusta este tipo de títulos, es una buena manera de pasar el rato.

“Tratamiento real” ya se encuentra disponible en Netflix.