Hace 6 años, mucho antes de “Midsommar”, “Mujercitas” o “Don’t Worry Darling”, una en ese entonces desconocida actriz llamada Florence Pugh recibía grandes críticas como la revelación del año en la trágica pero inolvidable “Lady Macbeth”, de la guionista Alice Birch. Quién iba a pensar que varios años y una nominación al Oscar después, ambas volverían a colaborar, esta vez bajo la dirección de Sebastián Lelio, en “El prodigio”, un thriller sobre cómo las historias cambian la forma en cómo vemos el mundo.

Lib (Florence Pugh) es una enfermera inglesa que ha sido convocada a un pueblo en Irlanda con un curioso propósito: observar a Anna (Kíla Lord Cassidy), una niña que supuestamente no ha comido nada por 4 meses, lo cual según todos es un milagro. Lib y una monja (Josie Walker) tienen que alternarse en turnos de 8 horas cada una por 14 días para confirmar la veracidad de este suceso, pero conforme pasan los días, la escéptica enfermera empieza a tener sus sospechas, y no descansará hasta descubrir la verdad.

Desde el inicio, el guion muy inteligentemente nos hace conscientes de que estamos viendo una película: se nos muestra el set de grabación y una voz en off nos anuncia que los personajes creen devotamente en este relato, no somos nada sin historias y nos invita a creer en ésta. Lo cual nos plantea el tema central: el poder de la narrativa para hacernos creer lo imposible.

Aún contra cualquier lógica o sentido común, el pueblo obstinadamente quiere creer que la niña se trata de un ser milagroso capaz de sobrevivir meses de ayuno. Cuando llaman a Lib, no es para cuestionar esto o buscar una razón real, sino para confirmar sus convicciones: cuando ella hace preguntas, se le dice que está allí para ver, no para cuestionar; es enfermera, no doctora, se le regaña, pero el propio doctor está más interesado en saber si la niña hace algún tipo de fotosíntesis que si se trata de una farsa.

Tanto científicos como religiosos quieren creer, y están dispuestos a ciegamente aceptar sin cuestionar la premisa de esta historia: la existencia de una niña capaz de aguantar meses sin comer, ya sea por un milagro divino o uno de la ciencia. Esto junto con el interesante inicio nos permite ver el eterno debate: ¿hay alguna responsabilidad al contar una historia? Aunque muchos dicen que no, es innegable que la narrativa se ha usado para manipular, convencer y moldear la forma de pensar de la gente, llevándolos a negar hechos innegables.

Esta sensación de incertidumbre se traduce también a los aspectos técnicos de la pieza, particularmente la tenebrosa y enigmática banda sonora de Matthew Herbert, la cual da la idea de que estamos ante una película de terror sobrenatural, tal y como lo ven los personajes. Con su gran uso de sombras, la fotografía de Ari Wegner (“El poder del perro”) es igual de escalofriante y se complementa por la edición de Kristina Hetherington (una transición de una montaña a Anna durmiendo es particularmente hipnotizante). Todos estos aspectos tienen significados ocultos, y seguro quien vea “El prodigio” más de una vez enriquecerá su perspectiva con cada repetición.

Para este punto de su carrera, resulta repetitivo decir que Florence Pugh logra otra sólida actuación: detrás de su fachada fría y objetiva se oculta un pasado al cual no quiere enfrentar, y su escepticismo es en realidad una máscara para no encarar sus miedos. Al igual que en “Lady Macbeth”, gran parte del peso dramático recae en ella y Pugh está a la altura del reto. Aunque hay varios momentos de llanto o desesperación, su mejor escena es una en silencio, cuando Anna le cuenta un secreto y en la mirada de Lib podemos ver todo lo que está pensando pero trata de ocultar a la niña.

“El prodigio” satisfará a los amantes de los thrillers y dramas de época por igual. Su inicio es lento y se tarda en construir, pero su original misterio, calidad técnica y Florence Pugh hacen que la espera valga totalmente la pena. Sebastian Lelio definitivamente nos trae una gran adición a su valiosa filmografía.

“El prodigio” o “The Wonder” ya se encuentra disponible en Netflix