Por Miriam Vázquez Durán. “Nos hicieron noche”, dirigida por José Antonio Hernández, se estrenó a nivel nacional el pasado octubre y actualmente se exhibe en distintas salas de México. El documental aborda el paso del ciclón Dolores en el verano del 74 que afectó a las poblaciones de la comunidad de Costa Chica, Oaxaca.
A través de la oralidad y la presencia de la familia, el director documenta la catástrofe y la reconstrucción de la vida de una familia en específico: los Salinas Tello. Cuatro décadas después de haberse mudado a la comunidad de San Marquitos, doña Rumualda nos relata la historia de la familia y de la comunidad antes y después de la llegada del ciclón. Desde cómo fue que la comunidad, mayoritariamente afrodescendiente, se desplazó a San Marquitos junto con sus costumbres, ritos y tradiciones que se heredan por medio del relato oral, hasta cómo se han enfrentado al choque entre generaciones. De la misma manera, doña Rumualda le relata a Adonis, su nieto, sus orígenes y costumbres
De esta manera, el documental construye no sólo la crónica de un desastre natural capaz de desplazar a un pueblo entero, sino también la historia ancestral de una familia, así como su confrontación a la modernidad y al choque generacional que se ve entre Rumualda, Plácido (su hijo, que pasa los días pastoreando a sus borregos) y Adonis, el impetuoso nieto que de cierta manera se niega a continuar con las tradiciones familiares y locales.
“Nos hicieron noche” plasma en la pantalla un pequeño relato oral sobre un pueblo y una familia que, a pesar de ser desplazados por las fuerzas de la naturaleza, fueron capaces de mantenerse juntos y restablecerse en un nuevo lugar, así como conservar sus tradiciones y su identidad. A la vez, la cinta realiza un ejercicio que propone la necesidad de hacer cine en las comunidades indígenas y afrodescendientes en México, desde su propia perspectiva, desde su realidad, para darla a conocer al resto del país. Es una suerte de resistencia cinematográfica muy necesaria en nuestra época enmarcada por la lucha contra la centralización del cine mexicano lleno de comedias ligeras o remakes que sólo muestran a un sector reducido y privilegiado, y que además permanece alejado de la realidad inmediata, no solo del mexicano promedio, sino también de las comunidades más alejadas del interior de la república como lo son los pueblos de Oaxaca.
José Antonio Hernández dirige una crónica que parte de la oralidad, las tradiciones, la identidad y la familia como núcleo para resistir los tiempos más difíciles, las catástrofes y los desastres que podrían interrumpir la cotidianidad de nuestras vidas de manera tan abrupta como un ciclón.
“Nos hicieron noche” está disponible en recintos cinematográficos como la Cineteca Nacional y Cine Morelos en CDMX.