Como personas, nos aferramos: a cosas, a relaciones, a lugares y a emociones. En su nueva película, “Silver Haze”, la directora Sacha Polak toma esta idea y nos regala un retrato a ratos doloroso y a ratos esperanzador sobre la importancia de desprenderse de aquello que nos hace daño.

Franky (Vicky Knight) es una enfermera de 23 años que vive llena de odio y rencor debido a un terrible accidente que le dejó profundas quemaduras. Un día se enamora de una de sus pacientes, Florence (Esme Creed-Miles), una mujer mentalmente inestable pero llena de vida, quien la lleva a vivir a su hogar, donde Franky empieza a encontrar paz.

“Silver Haze” es de esas historias que no son fáciles: las experiencias por las cuales pasa Franky son difíciles que ver, no solo por sus ansias de venganza, sino también por la homofobia de su entorno. Por suerte, Vicky Knight la hace accesible pese a su rencor y siempre deja entrever entre su violencia e ira a una mujer compasiva en busca de amor.

Esme Creed-Miles también es muy buena como Florence pero el guion le hace menos justicia: a ratos parece usar la inestabilidad del personaje para justificar cualquier cambio repentino de humor o actitud de acuerdo a cómo sea más conveniente para la historia. Si bien se sabe que la personalidad de Florence es volátil, su exceso de cambio hace muy difícil poder realmente conocerla, parece más una herramienta de la trama que una persona.

Aunque la relación entre Florence y Franky es el detonante de la historia, ésta fluye mucho más en otras situaciones que permiten a la protagonista crecer más allá del caos de su relación. En su intento por llevar las cosas al límite, a veces la película cae en escenas fuertes pero un tanto gratuitas y sin mucho efecto en el resto del relato.

En cambio, la relación entre Franky y Alice (Angela Bruce), la dueña de la casa en donde vive Florence, es mucho más interesante y lleva a un desarrollo mucho más verosímil del personaje. En cuanto ambas comienzan a llevarse bien, el tono de la película se relaja y sus temas se pueden desarrollar de forma clara, sobre todo por el estado de salud de Alice.

Aun cuando su mezcla de crudeza y ternura no termine de cuajar del todo, “Silver Haze” tiene un mensaje claro en torno al cual giran todos sus elementos; para cuando termina, uno tiene la sensación de conocer perfectamente a Franky. Tal y como su protagonista, este trabajo oculta un gran espíritu de perdón y aceptación detrás de una superficie ruda. No es una experiencia fácil, pero sí una muy bien construida.

“Silver Haze” tuvo su estreno mundial en la sección Panorama del Festival de Cine de Berlín 2023

Foto de portada cortesía de THE PR FACTORY.