¿No les ha pasado que anhelan tanto algo y cuando lo consiguen, no era lo que esperaban? Una vida maravillosa es un lindo relato sobre sueños de estrellato musical y la realidad del quehacer artístico que eso conlleva. La película es dirigida por Mehdi Avaz y protagonizada por Christopher, quien también interpreta un soundtrack que, con energía y dinamismo, complementa la narrativa.
Elliott (Christopher) es un pescador con el sueño de ser un músico famoso, sin embargo, las cosas no pintan nada bien, pues su entorno está desconectado del mundo musical. En la búsqueda de su sueño, su amigo Oliver (Sebastian Jessen) lo invita a una fiesta muy importante donde pueden demostrar su talento, ya que está presente un prominente productora musical llamada Suzanne (Christine Albeck Borge) y como era de esperarse, Elliot le llena el ojo gracias a su emocional canto y sus letras sobre el amor. A partir de ese momento, comienza la carrera musical que Elliott tanto anhelaba, pero que no resulta como se imaginaba.
Uno de los logros de esta película danesa es la eficiente hechura de su apartado musical, el cual complementa y remarca con emoción los momentos dramáticos. Christopher, cantante y compositor danés, además de ser el protagonista de esta propuesta, interpreta cada una de las canciones que componen el soundtrack de una forma imponente y agradable. “Honey, I’m So High”, “Hope This Song Is For You”, “A Beautiful Life”, por mencionar algunas, lucen tanto por su construcciones acústicas y poperas, como por sus propositivas letras que acompañan las vivencias y sentimientos de los personajes, además de funcionar como una herramienta de comunicación poderosa, porque cada una expresa de forma efectiva lo que tal vez los diálogos no podrían hacer.
La historia pone sobre la mesa algunos discursos interesantes con respecto a la fama: ¿qué estamos dispuestos a hacer para que la gente nos voltee a ver?, ¿qué va a pasar si la meta no es lo que esperábamos? La fama siempre es tentadora, pero ¿somos conscientes de los riesgos y los atropellos que trae consigo? El guionista Stefan Jaworski plantea esas preguntas como el eje rector de la cinta, a la vez que da algunas respuestas a través del accionar de sus personajes, y con especial énfasis en el personaje principal, Elliot.
Por otro lado, la narrativa no es un melodrama cualquiera, sino que es propositiva en el qué y el cómo, y aunque no está exenta de clichés y convencionalismos, logra mantener la atención del espectador debido a su efectivo delineado emocional sostenido por sus creíbles personajes y situaciones.
Como diría Rosalia en su canción “La fama”: “Es mala amante la fama y no va a quererte de verdad. Es demasiado traicionera, y como ella viene, se te va”. En conclusión, la fama es una ilusión que, frente a grandes e inconscientes expectativas, nos puede provocar inesperadas desventuras.
Una vida maravillosa es una película de romance efectiva, pues está acompañada de un tema interesante como la fama y la música. Además, el soundtrack es imperdible, tanto por la emocional interpretación de Christopher, como por las potentes letras de cada una de las canciones.
“Una vida maravillosa” ya está disponible en Netflix.