El cortometraje “Dos cactus” es un acercamiento íntimo a la complejidad de las relaciones amorosas a través del cual su directora Angélica Romanini demuestra enorme sensibilidad y un tremendo manejo actoral.
Sofía (Ana Clara Kastañón) y Mateo (Raúl Briones) se van de viaje para intentar arreglar las cosas. Rodeados de cactus y en la soledad del desierto intentan encontrar las palabras para expresar sus sentimientos, culpas y verdades. Su relación está fracturada y parece que no hay vuelta atrás.
“Todo fue un proceso bastante orgánico y un poco místico. Justo venía yo saliendo de una experiencia similar a la de la historia. También tenía sueños recurrentes con el desierto, los saguaros que hay en Sonora, los tetechos que hay cerca de donde filmamos en Zapotitlán, Salinas”, nos contó Romanini. “Yo soy naturista y tengo mucha conexión con las plantas. Sé que las cactáceas son las plantas que más rápido se regeneran a pesar de todas las adversidades. Son plantas de gran resiliencia y entre mis sueños, mi proceso y mi escritura, lo ligué a lo que sucede a los personajes”.
La premisa es simple, pero la ejecución es sobrecogedora. Ana Clara Kastañón y el reciente ganador del Ariel, Raúl Briones desbordan química; la manera en cómo interactúan es completamente auténtica y la veracidad de su relación nunca está en cuestión. Además de las grandes cualidades actorales de ambos, hay una razón del por qué funcionan tan bien juntos.
“Fue una trinidad con mis actores. Yo les mandé el guión por separado y no sabía que eran pareja en la vida real. Me dijeron que no buscara a nadie más; querían participar en cómo se iba conformando la historia. Esas escenas, como el llanto de Ana Clara, son muy reales porque ellos también estaban en un proceso de despedida”, dijo Romanini. “Estando en este maravilloso e íntimo lugar con mis actores, yo les di oportunidad de que se dijeran cosas que no se habían dicho. Creo que fue un gran resultado porque Ana Clara realmente soltó muchas cosas en ese momento”.
Romanini se encontró con una mina de oro y explotó al máximo la oportunidad para darle un alto grado de realismo a “Dos cactus”.
“Siempre me ha pasado que cuando estoy escribiendo se me aparecen cosas o personas en la realidad. No necesariamente trabajo siempre con actores, sino con lo que se me va presentando o resonando. Les mandé el guión a ellos dos por separado. Yo vi a Ana Clara en una obra de teatro de Luis de Tavira y me pareció que tenía una luz, un alma y una energía increíble. A Raúl lo vi en las maravillosas puestas de Alberto Villareal y me parece que es un actor bestial”, platicó la directora. “Fue una coincidencia mágica que me hablaran los dos en videollamada conmovidísimos. Resulta que, de manera separada, se compartieron que les había llegado ‘un guión hermoso’ y cuando hablaron de qué trataba, se dieron cuenta que era el mismo: ‘Dos cactus’. Cuando me hablaron, yo también estaba conmovida porque no lo podía creer. Les dije que si eran pareja en la vida real, la experiencia iba a ser muy intensa y ellos me dijeron: ‘sí, estará muy intenso pero no hay más. Somos nosotros’. Fue muy padre todo el proceso porque a parte de ser profesionales, fue un reto para mí poderlos dirigir”.
El cortometraje tuvo resultados mágicos no solo en Briones y Kastañón, sino en muchas otras parejas que han tenido oportunidad de verlo.
“Se estaban despidiendo, pero después de grabar duraron más tiempo. Cada uno se llevó un cactus a casa y hasta hace poco se separaron”, comentó. “Fue increíble porque, después de haberse separado, se volvieron a encontrar en una función en la Cineteca y se cerró un ciclo padrísimo. A raíz de ver la proyección, cada quien pudo pasar a otra cosa. Fue un acto psicomágico. Y para muchas parejas que están viviendo ese proceso, también ha sido mágico lo que pasa. Personas que pasaron por algo así se abrieron al ver el corto; pasaban cosas super fuertes, pero muy bonitas”.

Entre “Dos cactus” e “Inch’ Allah” (2014) Romanini ya nos demostró que tiene enorme talento como directora y escritora. Sin embargo, la reciente desaparición de fideicomisos en México podría poner en peligro su futuro como cineasta, ¿o no? Romanini nos dio su opinión con respecto al problema y las alternativas que planea seguir.
“Es todo un tema. Tres proyectos que tenía este año se fueron. Ahora debemos ver de qué manera subsidiar el cine mexicano. Yo le estoy tirando a que los grandes empresarios y contribuyentes puedan, de manera más directa, acercarse a nosotros y nosotros a ellos. No sé si por suerte, pero eso me está pasando. Aunque sea gente de mucho dinero, siempre tienen algo que decir y se puede tener un contacto muy directo con ellos”, dijo Romanini. “Curiosamente, creo que va a ser por ahí porque no podemos estar siempre confiando en que el gobierno puede resolvernos esa parte. No sé bien qué va a pasar pero hay otras maneras de hacer las cosas. Para mí se están abriendo esas puertas. Eso, y con productores de otros países. Yo creo que debemos generar esos puentes porque nosotros tenemos mucho contenido, riqueza de historias y escenarios que no han sido retratados y ¿por qué no? Netflix y todas estas plataformas digitales están buscando creadores e historias diferentes.Yo creo que va por ahí. Hay que abrirse a eso”.
Y si te quedaste con ganas de más, Angélica Romanini tiene muchos proyectos en mente.
“Tengo material documental de un retrato íntimo de mis padres, como el ying y el yang, ellos practican tai chi desde hace 40 años. Es otra reflexión acerca de las parejas, se va a llamar ‘Claro oscuro’ y estoy buscando coproductores internacionales para acabarlo. Ya lo filmé pero falta toda la posproducción, a ver quien se anima a entrarle”, explicó. “Por otro lado, estoy desarrollando una serie que habla del estado natural y el estado alterado, selva y desierto, y todo el recorrido del tren de La Bestia, los inmigrantes, las razas, la genética. ¿Qué pasa en el choque entre progreso y naturaleza? ¿Dónde queda el hombre? En la genética somos muy afines a la naturaleza, tenemos los cuatro elementos en nosotros, pero todo el modernismo voraz nos hace apartarnos de eso. Cada vez es más inminente un regreso a la tierra y a la naturaleza. ¿Cómo lograr que eso esté en equilibrio? Hay toda una reflexión acerca de eso. Es una serie y da para mucho”.
“Dos cactus” de Angélica Romanini forma parte del Programa 6 de Cortometraje Mexicano de FICM 2020. Estas son las maneras de verlo:
- Presencial: viernes 30 de octubre a las 16:45 en Cinépolis Centro
- Televisión: sábado 31 de octubre a las 22:30 por Canal 22
- Cinépolis Klic (gratis): a partir del 30 de octubre a las 17:15 en este enlace.
- FilminLatino (gratis): directamente en este enlace.
- YouTube (gratis): directamente en este enlace.