Ganadora del Premio del Jurado en Cannes 2021, “Ahed’s Knee” funciona como un desahogo para su director Nadav Lapid. Aquí seguimos a Y (Avshalom Pollak), un cineasta que pone en pausa la producción de un filme sobre la activista palestina Ahed Tamimi para asistir a una proyección especial patrocinada por el Estado de su anterior película.
En la primera parte de “Ahed’s Knee”, Y se topa con Yahalom (Nur Fibak), una bibliotecaria para el gobierno encargada de preparar la proyección de su filme. En su conversación, rebosante de tensión sexual, apreciamos a un director demandante y ególatra frente a una mujer radiante que ama a los libros pero irónicamente ahora tiene la labor de resguardarlos por orden del gobierno. Esto eventualmente conduce a una petición de censura que Y no puede soportar. Es una secuencia cautivadora que sirve como introducción a los personajes y, tristemente, como un vistazo de lo que este filme pudo haber sido.
La película cuenta con una estética atrevida en donde encontramos una abundancia de planos detalles para retratar partes inusuales del cuerpo tales como la nuca, las rodillas y los codos. El trabajo de cámara es vistoso, pero a fin de cuentas, vació y, como muchos elementos del filme, arrogante.
Lapid utiliza a Y como su alter-ego para desatar toda su ira con respecto a la censura en Israel. En un punto del filme, el personaje de Y literalmente grita todas sus frustraciones directo a la cámara. Sin embargo, esto resulta ser una encapsulación de “Ahed’s Knee”, una película altamente pretenciosa en donde un director utiliza dos horas para entablar un innecesario diálogo personal de desahogo sobre una situación conocida. ¿Qué gana una audiencia viendo esto? Lapid le da visibilidad a la situación artística en Israel, pero se siente más como un capricho que resistencia. Tal vez sea porque el director cree que la batalla está perdida.
“Ahed’s Knee” es un filme fallido que lejos de mostrar calidad, funciona como una exhibición del ego de Lapid. No hay alma y no hay empatía por las audiencias. Es un aburrido e innecesario ejercicio de regodeo únicamente creado para satisfacer a Lapid y a la crítica.
“Ahed’s Knee” formó parte del programa Special Presentations de TIFF 2021.