La unión de Sparks (Ron y Russell Mael) y Léos Carax suena genial en papel y es mejor en ejecución. “Annette” explota la sensibilidad de los tres artistas para plasmar una historia única, repleta de sorpresas, imágenes cautivadoras, humor irónico y por supuesto, buena música.
Henry McHenry (Adam Driver), mejor conocido como el “Simio de Dios”, es un popular comediante, chico malo y experto provocador cuyo acto de stand-up se balancea entre la risa y la inquietud. Henry está enamorado de Ann (Marion Cotillard), una reconocida soprano que asombra a multitudes durante sus presentaciones de ópera. El desarrollo de su romance en pantalla es acompañado por el repetitivo coro de “We Love Each Other So Much”, canción muy al estilo de “My Baby’s Taking Me Home” de Sparks, para taladrar el florecimiento de su amor y el resultado del mismo: la bebé Annette, quien, en una decisión genial de Carax, es llevada “a la vida” por una marioneta. Sin embargo, los celos y el profundo autodesprecio que se tiene Henry comienzan a destruir a la familia.
Si conoces la trayectoria de los hermanos Mael (si no, te recomiendo ver la excepcional “The Sparks Brothers”) y de Léos Carax sabes que la conjunción de sus talentos jamás derivaría en algo normal o accesible. “Annette” es una ópera cinematográfica en donde asombrosas coreografías de baile y pegajosas canciones nos ayudan a contar la historia; hay cunnilingus musical, tormentas en el mar, habilidades milagrosas, fantasmagóricas promesas de venganza y actores despilfarrando amor hacia una marioneta. Es tan extraño como épico.
La historia es una de odio y explotación. “¿Qué ven en mí?”, se pregunta Henry constantemente. Un hombre que lo tiene todo es incapaz de aceptar amor en su vida; alguien con tanto autodesprecio jamás podría aceptarse digno de algo tan puro. La disparidad entre carreras artísticas, comediante contra cantante de ópera, representa otra espina en su autoestima y cuando su fama va en descenso, los celos aparecen. ¿Y qué hace al respecto? Esparcir su toxicidad para lastimar y convertir a su hija en una receptora de emociones corrosivas.
Haciendo mancuerna de nuevo con Carax, la cinefotógrafa Caroline Champetier (“Holy Motors”) transforma momentos mundanos en hermosas pinturas y secuencias musicales. La paleta de colores y diseño de producción plasman contrastes entre el mundo de Henry y el de Ann; el escenario solitario en donde resaltan los verdes contra la elegancia y grandiosidad de la ópera.
La relación entre artistas y el público es un elemento prominente en la historia que nunca se pierde de vista. Por ejemplo, durante los monólogos de Henry, siempre vemos las cabezas de la audiencia; cuando un par de personajes viajan por todo el mundo, hay gente pisando sus talones y una muchedumbre para recibirlos; además de apoyar en transiciones, los clips al estilo de programa de chismes nos hablan del permanente interés que el público tiene en las celebridades; y cuando un personaje camina hacia su sentencia en el tercer acto, una aglomeración lo acompaña para expresar sus sentimientos. ¿Cuál es la percepción de las audiencias? ¿Es el escrutinio a la celebridad un exceso? ¿Cómo es que esto afecta a Henry?
Adam Driver (“The Last Duel”) es un monstruo en la pantalla, en términos actorales y en cuanto a su representación del papel. Es un ser imponente cuya voz grave y cualidades físicas son utilizadas para crear mayor contraste entre los personajes de Henry y Ann, quien es representada con sensibilidad y cariño por Marion Cotillard (“Macbeth”), rasgos que enardecen la tragedia esperando a la vuelta de la esquina.
A pesar de tener un papel reducido, Simon Helberg (“Florence Foster Jenkins”) brilla con una actuación de emoción pura. Champetier utiliza poderosos planos medio cortos y movimientos en círculo para destacar, con dinamismo y energía, los profundos sentimientos de añoranza, arrepentimiento y amor que quieren escapar de sus ojos. Su escena de confesión mientras dirige una orquesta es sublime.
“Annette” no es para todas las audiencias, pero definitivamente es una obra original, valiente y muy honesta con canciones pegajosas, escenarios majestuosos y emociones profundas que Carax orquesta con maestría.
“Annette” ya se encuentra disponible en cines y llegará a MUBI el 26 de noviembre.