Lo mágico del juego Calabozos y Dragones es su capacidad de transportar a sus jugadores a ingeniosas y versátiles aventuras mientras ellos se convierten por unos breves instantes en personajes con historias, personalidades, habilidades y de especies muy variadas: si tienes un equipo comprometido y un buen Dungeon Master (una especie de moderador/narrador), la campaña se adapta y avanza de formas inesperadas e interesantes cuyo límite es la imaginación (y los parámetros del juego). Debido a esto era muy difícil que “Calabozos y Dragones: Honor entre ladrones”, de los directores John Francis Daley y Jonathan Goldstein, alcanzara el dinamismo de su material de origen; sin embargo, aunque efectivamente no lo hace, el resultado sí es una muy disfrutable experiencia llena de humor y acción.
Edgin (Chris Pine) es un bardo bandido que ha estado preso por dos años junto a su compañera Holga (Michelle Rodriguez), una feroz guerrera. Juntos escapan de prisión para buscar a la hija de éste, Kira (Chloe Coleman), a quien dejó por un importante robo que terminó en su eventual captura. Sin embargo, llegar a ella no es tan sencillo: junto a un hechicero con poca confianza en sí mismo (Justice Smith) y una druida defensora de la naturaleza (Sophia Lillis), se embarcan en una aventura que involucra dragones, muertos vivientes y una tenebrosa hechicera, Sofina (Daisy Head), que hace todo en su poder para evitar que alcancen la victoria.
El guion hace buen uso de su mitología y de la estructura de campaña característica del juego: los personajes son llevados por distintos retos en los cuales encuentran diversos objetos mágicos, muchos personajes secundarios y desarrollan mejor sus habilidades, sobre todo Simon, el hechicero cuya magia es un chiste al inicio de la historia. Un gran acierto es cómo la trama avanza rápidamente: en lugar de perder tiempo contando qué es cada criatura y de dónde vienen, la película confía en su espectador y solo va presentando a las distintas especies y sus habilidades de manera orgánica y fluida.
Chris Pine trae todo su carisma a la mesa y nos da otro entretenido y encantador héroe de acción muy al estilo de su capitán Kirk en “Star Trek” o Steve Trevor en “Wonder Woman”. El resto del elenco también cumple muy bien sus papeles de inadaptados unidos por una aventura que terminan por convertirse en inesperados camaradas. La historia les da a todos tiempo suficiente en pantalla para que nos encariñamos de ellos y todas sus habilidades sean útiles para la misión final.
Aunque los efectos especiales excesivos a veces rayen en lo caricaturesco, rara vez sacan del tono juguetón y tenso de las secuencias de acción. Este es un trabajo que requiere muchas criaturas, escenarios y magia, lo cual es entregado en abundancia y con bastante ingenio. El equipo detrás de la producción se encarga de construir bien el mundo y hacen creíble este peculiar universo en el cual humanos, quimeras, demonios y animales parlantes viven en el mismo plano. La villana, Sofina, es particularmente efectiva, pues el maquillaje y vestuario complementan la interpretación de Head para crear una rival imponente y bastante convincente frente al humor del resto de la cinta.
Sin embargo, pese a todas sus virtudes, “Calabozos y Dragones: Honor entre ladrones” dista mucho de ser original. Su premisa y estructura no es muy distinta a “Guardianes de la galaxia” o “Rogue One”: en su esfuerzo por llegar a una audiencia más allá de los fans del juego, se sacrifica un poco de aquello que lo hace tan único en primer lugar. Aún así sus directores consiguen sacarle jugo a su mundo y convertirlo en una experiencia entretenida gracias a su riqueza y talentoso elenco. El resultado es un producto que no es particularmente memorable, pero sí una forma divertida de pasarla en el cine.
“Calabozos y Dragones: Honor entre ladrones” se encuentra en cines mexicanos.
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