El cine de David Cronenberg no es sencillo de ver: el realizador canadiense es uno de los principales exponentes del bodyhorror u “horror corporal”, un subgénero del cine de terror en el cual se exploran los miedos de los seres humanos desde la transformación física, las infecciones, la mutilación e inclusive desde la mezcla de organismos orgánicos con la tecnología, además de trabajar la sexualidad desde parafilias; todo esto ha quedado asentado en cintas como “Videodrome” (1983) o “The Fly” (1986). Su u más reciente trabajo, “Crimes of the Future” (la cual no debe confundirse con la película homónima de 1970), estrenada en el Festival de Cannes y traída a Latinoamérica gracias a MUBI, es una síntesis de toda su filmografía, ideas, imágenes visuales y conceptos.

Protagonizada por Viggo Mortensen (“El Señor de los Anillos”), Léa Seydoux (“No Time to Die”), Kristen Stewart (“Spencer”) y Scott Speedman (“Underworld”), “Crimes of the Future” nos presenta un mundo lleno de contaminación y decadencia en el cual los seres humanos han perdido la capacidad de experimentar dolor físico y también de contraer infecciones o enfermedades. Al mismo tiempo, algunas personas sufren un Síndrome de Evolución Acelerada provocando el crecimiento de nuevos órganos en sus cuerpos; estos son extirpados, registrados y estudiados por el Registro Nacional de Órganos para evitar la formación de nuevos sistemas antinaturales en el cuerpo humano.

En este mundo conocemos a Saul Tenser (Mortensen) y a su compañera Caprice (Seydoux), dos excéntricos artistas y performers cuya actuación consiste en extirpar en vivo los nuevos órganos que van creciendo como tumores en el interior del cuerpo de Saul. Por otro lado, mientras batalla con los cambios constantes en su cuerpo, Tenser sigue de cerca, por mandato de la policía, los pasos de Lang Dotrice (Speedman), el misterioso líder de una organización cuya meta es utilizar el poder mediático de los performers para revelarle al mundo el nuevo y retorcido paso en la evolución humana.

La cinta de Cronenberg es muy interesante y presenta una premisa bastante original en donde la ciencia ficción se combina con el thriller detectivesco para ir construyendo lentamente un misterio que nosotros como espectadores ansiamos descubrir. Cada paso dado por Tenser nos va acercando a la verdad, sin embargo, como cualquier cinta clásica de cine negro, muchas cosas se ocultan en las sombras, los aliados pueden resultar mortales e incluso el propio protagonista puede tener más en común con aquellos a quienes busca exponer.

El sello del director empapa toda la cinta, desde sus créditos iniciales hasta el maravilloso plano final, y lastimosamente eso significa que esta no es una película para todo tipo de público y se debe tener mucha discreción al verla pues con frecuencia vemos en pantalla mutilaciones corporales, asesinatos, desnudos (de los cuales un par me parecen gratuitos y sin propósito) y también la profanación de un cadáver.

Pese a todos estos elementos gráficos anteriormente mencionados, nos encontramos ante un filme distinto, con una identidad de autor bastante marcada y donde brillan aspectos como el increíble diseño de producción a cargo de Carol Spier (antigua colaboradora de Cronenberg en películas como “The Fly”), el cual ayuda mucho a darnos una experiencia inmersiva en este mundo decadente lleno de ruinas, además de darle una personalidad particular a cada performance visto en pantalla pues juega muy bien con los espacios, además de traer a la vida una serie de máquinas tecno-orgánicas con un look bastante parecido al de los insectos y mutantes de “Naked Lunch” (cinta de 1991 también dirigida por Cronenberg).

También es digna de mencionarse la hipnótica banda sonora compuesta por Howard Shore (“El Señor de los Anillos”) pues va marcando perfectamente el tono del filme y desde las primeras notas en pantalla te transmite una sensación de inquietud e incertidumbre, misma que va creciendo conforme avanza el metraje y de manera efectiva ayuda a terminar esa gran construcción de mundo por parte de todos los involucrados en esta maravillosa cinta.

Un punto interesante de la película es su comentario hacia la contaminación ambiental. El mundo de nuestros protagonistas está roto: con frecuencia vemos que el nivel del mar ha crecido y montones de contenedores para residuos tóxicos o barcos oxidados encallados en la costa echándose a perder. A través de todo esto Cronenberg le da un sentido a esa evolución acelerada de los organismos y nos hace cuestionarnos ¿Hasta dónde estamos dispuestos a llegar con tal de mantener nuestra “humanidad”? ¿Qué nos hace humanos?

Dentro de esa misma línea, la de nuestra identidad, hallamos la sexualidad: la película propone una nueva concepción de las relaciones sexuales, lo cual no es ajeno al realizador pues ya ha tocado este tipo de temáticas en cintas como “Crash” de 1996, que se contrapone a las ideas tradicionales pues el sexo se entremezcla con la tecnología y las modificaciones corporales de este futuro, tal vez, no tan lejano.

David Cronenberg nos presenta una síntesis de todo su cine, de sus temas y de su imaginería visual. “Crimes of the Future” es una película encausada a realizar cuestionamientos profundos sobre el rumbo hacia donde estamos llevando nuestro planeta, sobre nuestra humanidad, la belleza y también sobre el arte y sus límites. Todo contenido en una de las cintas más originales del año.

“Crimes of the Future” tuvo su estreno mundial en Cannes 2022. Ya se encuentra disponible en algunos cines mexicanos. Llegará a MUBI el 29 de julio.