Compitiendo en la sección Orizzonti del Festival de Venecia 2022, “Luxembourg, Luxembourg”, cinta ucraniana dirigida por Antonio Lukich, nos muestra una magnífica y divertida historia sobre hermanos gemelos que intentan (o no) reconciliarse con el pasado para poder enfrentar el futuro.
Hijos de un padre mafioso de origen yugoslavo que los abandonó (no sin antes dejarles memorias duraderas), las vidas de los gemelos Kolya (Amil Nasirov) y Vasya (Ramil Nasirov) en Ucrania no podrían ser más diferentes. Kolya es un rufián altanero e impaciente que trabaja como camionero y dealer. Vasya es un policía que busca un ascenso no solo para mejorar su posición económica, sino también para mantener satisfecha a su exigente esposa y cumplir las expectativas de su adinerado suegro.
Además de ocupaciones, cada uno recuerda a su padre de maneras distintas. Vasya parece guardar resentimiento hacia el abandono y eligió ser policía en respuesta al pasado criminal de su padre, como si fuese su manera de encararlo. Del otro lado, Kolya se niega a admitir las cosas malas que hizo y lo sigue idealizando, o incluso, imitando, algo que podemos apreciar en su vestimenta (un tracksuit al estilo mafioso moderno), su ostentoso carro y en sus actividades ilícitas. Vasya planea un futuro que Kolya no es capaz de vislumbrar porque nunca maduró y se quedó atorado en la infancia, adorando a un padre imponente y todopoderoso.
Con todo este contexto, cuando recibe noticia de que su padre se encuentra al borde de la muerte en Luxemburgo, Kolya desesperadamente intenta reunir los medios para viajar hasta allá y despedirse de él. Sin embargo, un incidente en el trabajo lo pone en aprietos con la ley y lo aleja de su objetivo. Claro, también se lleva a su hermano gemelo entre las patas.
A través de “Luxembourg, Luxembourg”, el director y guionista Antonio Lukich busca plasmar sus complicados sentimientos en relación a su propio padre y la utilización de figuras gemelas bien podría ser una representación de ello. Vasya es una metáfora del querer olvidar al padre ausente mientras que Kolya simboliza una admiración y obsesión por conocerle mejor, tal vez para poder preguntarle: “¿por qué me abandonaste?” . Ambas partes conviven entre sí para formar un retrato muy efectivo que evoca la complejidad de lidiar con una figura familiar ausente. Y tal vez no haya sido el objetivo original del director, pero en estos tiempos de guerra, su narrativa sobre ausencia resuena con mayor fuerza.
Lukich utiliza un tono ligero y sumamente agradable en donde el humor, en especial del tipo socarrón, abunda, sin llegar a interrumpir la historia. Los gemelos Amil y Ramil Nasirov, también integrantes del grupo rapero Kurgan & Agregat, hacen un maravilloso trabajo actoral que permite plasmar la dualidad narrativa con precisión y comedia. Amil, quien tiene más tiempo en pantalla, es particularmente brillante: el personaje de Kolya goza de una excelente construcción a partir de pequeños y enriquecedores detalles que lo convierten en un ser tan impertinente y desesperante como magnético, elementos correctamente ejecutados por Amil.
“Luxembourg, Luxembourg” es una combinación satisfactoria de introspección y comedia que, pese al desarrollo apresurado de algunos elementos con respecto a personajes secundarios, desemboca en un tercer acto agridulcemente memorable.
“Luxembourg, Luxembourg” tuvo su estreno mundial en la competencia Orizzonti del Festival de Cine de Venecia 2022.
Imagen de portada cortesía de THE PR FACTORY.