Paul W.S. Anderson, el director que nos deleitó con las infames adaptaciones del famosísimo videojuego “Resident Evil”, vuelve a echar mano de Milla Jovovich para recrear otra millonaria franquicia videojueguil como lo es “Monster Hunter”, la cual es uno de los triunfos más grandes de la compañía Capcom en China, sin embargo, como material cinematográfico, resulta ser otro lamentable intento de adaptación.
El filme aborda a la teniente Artemis (encarnada por Jovovich), quien luego de una misión junto a su escuadrón, termina en un mundo desconocido y repleto de monstruos letales y aterradores. Ella tiene que buscar la manera de sobrevivir junto a un nativo de aquel nuevo mundo.
La historia es tan sencilla y genérica que no hay aspectos diferenciadores o que nos recuerden que estamos viviendo — cinematográficamente hablando — en el universo del videojuego. Por una parte, los distintos escenarios y ambientaciones, en su mayoría, desiertos, corresponden más a una película de “Transformers” que al de un mundo nuevo, intrigante y en constante descubrimiento. La terminología de artefactos, monstruos, lugares, poderes, etc., no se explora, no se complejiza, no propone un lenguaje ni un idioma distinto al conocido, es decir, el mundo en el que se desarrollan las acciones se llama simplemente “mundo”. Todo esto provoca desinterés por lo que sucede y peor aún, una posible molestia por parte de los fanáticos y seguidores del material original.

No existe una conexión con nuestra heroína, no conocemos nada de ella, sólo sabemos que su rostro es igual al de Alice Abernathy, quien en lugar de cazar zombis, trata de sobrevivir a monstruos mitológicos. De una secuencia a otra, y sólo porque lo indica el guion, pasa de ser una militar sin muchas cualidades, a convertirse en una guerrera invencible y con habilidades extraordinarias. Se valoran y se esperan más las apariciones de Ron Perlman y Tony Jaa, que de Jovovich, puesto que hay una crisis de carisma y de interés por lo que suceda con su personaje.
Por otro lado, Anderson ejecuta escenas de acción frenéticas y disfrutables, y que, si dejamos de lado las inconsistencias narrativas en cada una de ellas, podemos disfrutar sin problema. Otro añadido valorable es el diseño de los monstruos y dragones del filme, ya que se asemejan al material de origen y lucen cuidadosamente animados.
El plan de las grandes productoras, en este caso Sony Pictures, por explotar franquicias aún no probadas y desconocidas por cierto sector, sumado a la pobre calidad narrativa y visual, termina por caer en un hoyo sin fin, donde la inversión puede apenas recuperarse o incluso generar pérdidas. Muchos productos se han quedado cortos y fallado: “Príncipe de Persia”, “Warcraft”, “Street Fighter”, “Doom”, etcétera, etcétera, etcétera, ¿será el caso de “Monster Hunter”?, la entrada de dinero dictará la última palabra.
“Monster Hunter: La Cacería Comienza” tiene un ritmo inestable, un universo pobremente planteado y personajes que pasan sin pena ni gloria, pero eso sí, se puede disfrutar por sus limitadas escenas de acción, que si bien carecen de sentido alguno, visualmente son atractivas.
“Monster Hunter: La Cacería Comienza” ya se encuentra disponible en algunos cines de México.