A pesar de la poca atención que ha recibido su trabajo post-”One Cut of the Dead” en este lado del charco, Shinichiro Ueda sigue siendo uno de los directores más creativos de la actualidad, alguien con un hábil manejo de herramientas metanarrativas, hecho que volvió a demostrar con “Special Actors” y “Aesop’s Game” hace un par de años. Sin embargo, su nueva película “Popran” se aleja de su exitosa fórmula para entregar una comedia sólida que efectivamente lo ayuda a alejarse de cualquier tipo de encasillamiento, pero ¿podrá convertirse en otro fenómeno global?
Akira Tagami (Yoji Minagawa) es el CEO de una distribuidora de manga cuyo éxito llegó después de que abandonara a su mejor amigo, esposa, hija y a sus padres. Una mañana, tras pasar la noche con una chica, Akira descubre que su pene ha desaparecido y en su lugar solo hay un orificio. Por fortuna, descubre al Grupo Popran, un colectivo en donde aprende que su pene está volando en algún lado de la ciudad y tiene tan solo 6 días para atraparlo antes de que desaparezca. Y para primero encontrarlo, Akira debe corregir los errores de su pasado.
Aquí no hay una historia dentro de otra historia o complicados entramados narrativos. Esta es una comedia sencilla que utiliza con efectividad su alocada premisa para entregar un obvio pero lindo mensaje moral. En ese aspecto, Ueda mantiene su esencia de abordar temáticas personales con mucha creatividad. Y aunque no es tan pomposo como en sus recientes filmes, aquí encontramos un elemento meta, solo que en esta ocasión, es más sutil.
Ueda utiliza al pene (y testículos) para explorar la típica mentalidad e imagen masculina de éxito. Al perder su miembro, Akira siente como si toda su valía se hubiera esfumado — es la idea, constantemente reforzada a los hombres, que relaciona virilidad sexual con éxito en la sociedad y en la vida, básicamente lo que el extraordinario personaje de Jack Donaghy satiriza en “30 Rock”.
La primera escena de la película — cuando Akira aún está “íntegro” — nos deja ver que, aunque físicamente los tiene, metafóricamente Akira carece de “huevos”. El CEO prefirió abandonar a sus seres queridos para perseguir éxito financiero, ni siquiera tiene las agallas de responder preguntas personales durante una entrevista, y a pesar de proyectar esta imagen de macho alfo millonario, exitoso e independiente, en realidad no es nadie sin su asistente mujer. Los simbolismos arraigados son una mentira y a pesar del éxito monetario, nuestro protagonista es un fracasado en muchos niveles… y eso no tiene nada que ver con tener o no un pene.
Cuando el miembro literalmente sale volando, también lo hacen las ideas fálicas, comenzando así una deconstrucción. Akira se da cuenta de que el éxito que tanto ha perseguido, ese éxito moldeado por fantasías del hombre entrajado, rico y excelente en la cama, son solo espejismos que conllevan un profundo perjuicio a su persona y los demás.
La comedia de “Popran” suele inclinarse hacia la incomodidad. Como habrás adivinado, la mayoría de los chistes son asquerosos, pues están relacionados a orificios y fluidos. Y aunque la ejecución es siempre con un tono ligero, Ueda es irresponsable con un innecesario chiste involucrando conducta laboral inapropiada en donde no existe consecuencia alguna.
Es plausible que Ueda se salga de la caja para intentar algo distinto, pero “Popron” nunca alcanza los picos emocionales a los que su filmografía nos tiene acostumbrados. El toque mágico no está presente y eso podría decepcionar a quienes están esperando algo más cercano a sus recientes hits.
Tal vez si Ueda se hubiera enfocado de lleno en explorar su narrativa de fantasías fálicas en vez de paulatinamente decantarse hacia el convencionalismo cómico, éste hubiera sido otro home run. No obstante, esto está lejos de ser un strike: “Popron” es una recomendable, divertida y digerible película nutrida por una gran actuación de Yoji Minagawa y una observación sobre masculinidad cuya inteligencia es mucho más grande de lo que aparenta a primera vista.
“Popran” forma parte de la selección oficial de Fantasia Fest 2022. Imagen de portada cortesía de Fantasia Fest.