Las películas de astronautas normalmente se enfocan en el viaje en sí: la odisea espacial y los desafíos que conlleva. “Prometo volver” se sale de esa burbuja para hablarnos del dolor que representa dejar atrás a tus seres queridos frente a un futuro incierto.

Eva Green interpreta a Sarah, una astronauta preparándose para viajar al espacio por un año, pero lejos del extenuante entrenamiento en el centro espacial, su reto más duro es dejar atrás a Stella, su hija de 8 años. ¿Cómo despedirte de la persona más importante a sabiendas de que tal vez nunca regreses? ¿Cómo crear un balance entre la vida como madre y la vida como astronauta? La directora Alice Winocour maneja estas dos historias en un mismo hilo, buscando plasmar las dificultades de la maternidad. 

Hace unos años en “First Man”, Damien Chazelle nos presentó a un astronauta que utiliza el trabajo como escape ante la muerte de su hija. En “Prometo Volver” el duelo es distinto. Una madre encuentra difícil poner toda su atención en el trabajo porque su corazón está con su hija y separarse de ella es tan complicado como prepararse para viajar a otro planeta. Es el compromiso entre seguir tus sueños y dejar atrás lo que más amas. Eva Green es brillante en este acto: su dolor parece real… tanto físico como emocional. 

La situación es complicada y confusa para Stella, quien debe mudarse a casa de su padre (ex-esposo de Sarah), emprender una nueva vida y encontrar su propio destino, todo mientras su madre está en un lugar inalcanzable. A pesar de su edad, la actuación de Zélie Boulant está ahí en cada paso, manejando con certeza este proceso de tristeza, incertidumbre y enojo. 

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Cuando la narrativa se enfoca en el proceso de duelo, “Prometo Volver” funciona y parece tener un propósito fijo. El problema es que durante el primer acto se establecen ideas que poco a poco van quedando atrás, y no de manera orgánica. Sarah debe lidiar con el comportamiento misógino de su colega astronauta Mike (Matt Dillon) y el hecho de que el programa espacial parece estar construido para hombres. Winocour pretende integrar el tema del sexismo a la dificultad de ser madre, pero la conexión nunca se concreta, muchos diálogos parecen forzados y algo que parecía iba a impulsar al filme, de repente se convierte en un distractor. 

El mayor pecado de “Prometo Volver” es en el tercer acto, cuando la irracionalidad toma escena y Winocour apuesta por la emotividad, dejando fuera a la lógica y poniendo en riesgo a la película entera. De alguna manera, las actuaciones de Green y Boulant rescatan la situación. El compositor Ryuichi Sakamoto también pone un granito de arena en forma de un tremendo score.

“Prometo Volver” es un filme espacial que se destaca por quedarse en la Tierra y explorar la profundidad que implica el proceso de la maternidad. No todas las ideas aterrizan, pero la fortaleza de Green está siempre presente para mantener de pie a esta contemplativa historia.

La película ya se encuentra disponible en Cinepolis Klic y Google Play.