Shirley Jackson fue una de las grandes autoras góticas del Siglo XX cuyas historias de terror inspiraron a escritores como Stephen King y Neil Gaiman. Dos años después de su obra maestra “Madeline’s Madeline”, Josephine Decker nos trae un ambicioso filme vagamente basado en la vida de Jackson que utiliza una mezcla de realidad y fantasía para crear una experiencia delirante.

Jackson es interpretada por Elisabeth Moss (“The Invisible Man”) y en esta historia la encontramos en una etapa complicada. Es agorafóbica, depresiva y tras haber publicado su exitosa y controversial historia corta “La lotería”, está luchando por escribir algo nuevo. Cuando la joven pareja de Rose (Odessa Young) y Fred (Logan Lerman) llegan a su casa en un pequeño pueblo, no son exactamente recibidos con sonrisas de la autora. Están aquí porque Fred es el nuevo asistente de Stanley Edgar Hyman (Michael Stuhlbarg), crítico literario, profesor en una universidad y esposo de Shirley.

Tras su llegada, Stanley le pide a Rose el favor de encargarse de las tareas domésticas y cuidar a Shirley, quien tiene dos meses sin salir de casa y se comporta de manera errática. Con su esposo distraído con las jóvenes colegiales que le rodean, Rose no tiene más remedio que aceptar. La decisión inmediatamente prueba ser incorrecta porque en su primera cena juntos, Shirley se comporta de manera monstruosa y la humilla. Con la carrera de su esposo en juego, Rose no tiene más remedio que aguantar.

Con el paso de los días, Shirley comienza a aceptar a Rose y la utiliza como inspiración para una nueva e inquietante novela sobre la desaparición real de una colegiala en el campus donde trabaja Stanley. Su complicada amistad se fortalece a través de la conducta sexista de sus respectivos esposos y pronto, Shirley arrastra a una embarazada Rose a su juego. 

Shirley-Young-Moss-02
“Shirley” | DOC NYC 2020

Este es un filme psicológico que juega con la dinámica entre sus personajes. La relación entre Shirley y Stanley parece ser tóxica; ella pasa en alto los amoríos de su esposo porque necesita del impulso que él le provee en su carrera profesional. Stanley juguetea con la carrera de Fred, castigando su mediocridad y ambición. Y Fred le esconde secretos a una inocente Rose. El desarrollo de estas relaciones es intoxicante.

Stuhlbarg y Moss echan chispas juntos pero separados también comandan pantalla. Stuhlbarg (“Call Me By Your Name”) es un encantador lunático que entrega líneas con puntual crueldad o atrevimiento; parece estar un paso adelante de todo. Moss prospera en personajes altamente psicológicos y aquí nos regala una actuación de cinco estrellas. Es feral; su mirada es poder y su presencia provoca terror o deseo. Mención especial para Odessa Young (“Assassination Nation”), quien no pierde un solo paso y es la perfecta contraparte de Moss; hay que seguir de cerca su carrera.

Decker manipula el constructo audiovisual para manifestar el complejo proceso de escritura y utiliza elementos técnicos para crear un aura de incomodidad y suspenso. Con la inquietante música de Tamar-kali y los recorridos temblorosos de la cámara por la casa, parece que en un principio te encuentras en un filme de terror, pero todas las decisiones estéticas son para conformar el imaginario de la autora y representar el estado mental de sus protagonistas.

“Shirley” es un hipnótico psicodrama que toma la esencia literaria de Shirley Jackson y la traduce al lenguaje audiovisual. Es un filme ambiguo con giros vertiginosos que habla sobre independencia, feminidad e imaginación siempre apoyándose de cuatro magníficas actuaciones.

“Shirley” fue la función de clausura del Festival Internacional de Cine de Los Cabos 2020.