A través de una mirada existencialista sobre la vida y el quehacer humano “Soul”, la más reciente película de Pixar, plantea los propósitos y despropósitos de la vida bajo un desarrollo emocional y musical. Esta película alude al efectivo estilo de Pixar por la reflexión y la disección del comportamiento humano. 

Desde “Intensa-Mente” (2015), Pixar bajó un poco la guardia en la calidad de sus producciones  apostando por secuelas de “Los Increíbles”, “Toy Story”, “Cars” o “Buscando a Nemo” y creó historias originales con poca cocción como “Un Gran Dinosaurio”, “Coco” (aunque esta fue más controvertida que desabrida) y la de principio de este año “Unidos”. Con “Soul”, Pixar retoma el vuelo no sólo por seguir innovando en el detalle de la animación o por la utilización de un score basado en el jazz, la cual vive en cada escena, sino por la apuesta hacia narrativas con inclusión de tipo racial — y que se sienten naturales —, así como la continua exploración de abstracciones que los humanos buscamos entender, en este caso, el alma. 

Joe Gardner es un profesor de música sin inspiración cuya vida cambia cuando es contactado para tocar jazz en un club concurrido de New York, sin embargo, en el trayecto a cumplir ese sueño, surgen muchas incógnitas con respecto a la vida, la muerte y su existencia. A partir de esto último comienza un viaje para generar aún más preguntas que respuestas. 

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“Soul” | Cortesía Disney Latinoamérica

El codirector Pete Docter, quien ya tiene historial liderando proyectos de la subsidiaria de Disney como la mencionada “Intensa-Mente”, “Up” y “Monsters Inc., se esfuerza por materializar y encontrarle un sentido tangible a todas las respuestas que van surgiendo a lo largo de una hora y cuarenta minutos.Todos los planteamientos fácilmente pertenecen a una retórica de carácter multidisciplinario imposible de decodificar a razón de generar una verdad, y aquí, para efectos de mantener firme una narrativa coherente, se decanta por el efectismo emocional clásico del melodrama y que funciona muy bien, principalmente enun público mayor. 

La película da un mensaje poderoso y reflexivo sobre la función del alma; ¿qué estamos haciendo con nuestras vidas?; ¿cómo podemos reconectar con nosotros mismos a pesar de no estar en el camino que quisiéramos?; ¿cuál es nuestro propósito en el plano terrenal, si es que podemos llamarlo así? Aunque estos parecieran planteamientos del negocio de la inspiración, se apoyan de miles de colores, líneas, música de jazz, animación impecable y un personaje principal afroamericano con bases en el jazzista Herbie Hancock y en Ray Charles, a quien Jamie Foxx, protagonista de “Soul”, interpretó en “Ray” en 2004 y le valió un Oscar.

Definitivamente es una pena que este filme no se haya podido estrenar en salas, pues cuenta con gran calidad de animación y de score (en manos de Trent Reznor, Atticus Ross y Jon Batiste). No obstante,  es un alivio que mucha gente pueda verla en la comodidad de su casa, porque sin duda tiene algo que compartir y decir hacia la gente perdida, desmotivada o que se siente fracasada, ya que a veces nuestra vida no inicia cuando nacemos, sino cuando empezamos a hacer algo con ella. 

“Soul”, una de las mejores películas de Pixar y del lúgubre 2020. Ya está disponible en Disney+.