La libertad es un concepto muy amplio, ya sea elegir la manera en cómo se desarrolla una persona con su entorno o no estar bajo el sometimiento de alguien más: es una naturalidad que sale a la luz y que cada humano debería gozar sin ninguna atadura. Al ser el debut de Ahmir “Questlove” Thompson, el documental “Summer of Soul (…O Cuando la Revolución No Pudo Ser Televisada)” representa un momento de libertad ocurrido en el verano de 1969 en Nueva York, un oasis musical en medio de un vasto infierno para la comunidad negra.

Questlove, un melómano con un gran interés en la historia de la música, fue encargado con una tarea por los entonces futuros productores de la cinta —David Dinerstein, Robert Fyvolent y Joseph Patel—, que en un principio no creía fuese real. En el verano de 1969 se llevó a cabo el Harlem Cultural Festival, una serie de conciertos con una asistencia de alrededor de 300,000 personas y donde se presentaron figuras como Stevie Wonder, Nina Simone, Mahalia Jackson, The 5th Dimension y The Staple Singers; pero todo esto parecía demasiado bueno como para ser verdad. Si el festival marcó un hito en la historia de la música, ¿por qué nadie habla de él como lo hacen con Woodstock —que ocurrió el mismo año—? Con la motivación para dar marcha al proyecto, Questlove sintió “la responsabilidad de corregir la historia”, una frase que menciona recurrentemente en varias entrevistas sobre el documental.

“Summer of Soul” utiliza clips de las presentaciones musicales y entrevistas a los artistas y público asistente, pero también incluye un elemento que hace mover la cinta: el contexto sociocultural y político que atravesaba la gente negra. ¿Cómo puedes ser un artista y no reflejar los tiempos? Nina Simone lo menciona en un clip que aparece en el documental, pero también llega a cantar esa idea con “To Be Young, Gifted and Black”, inspirada por la obra teatral de Lorraine Hansberry del mismo nombre, ambas piezas hablan del Movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos. ¿Pero cómo funciona el contraste de la lucha contra el racismo con la alegría de escuchar música? La narrativa presentada por la película gira en torno a la libertad, a la metamorfosis de la consciencia de qué es ser negro, del orgullo de reconocerse como alguien importante, de obtener el poder de hacer cualquier cosa sin ser juzgado: todo esto se transmitió en los mensajes que se cantaban y tocaban en el festival; tuvieron la libertad en contar historias de su vida y la de todos los asistentes.

Tras ocurrir a solo un año después de la muerte de Martin Luther King Jr., el Harlem Cultural Festival sirvió como un respiro y una celebración muy rara para sus tiempos, y tal rareza se encuentra en la libertad de expresión que tuvieron en ese verano de 1969. Tanto el festival como el documental se convierten en manifestaciones artísticas apoyadas con las emociones y sentimientos de la comunidad negra, sin alguna limitación o juicio que la gente blanca pudiera agregar. Cada uno de los asistentes, tanto el público como los artistas, pudo tener ese sentir de desenvolverse y llegar a esa zona de emancipación usualmente exclusiva para cualquier persona que no se encontrara en una minoría dentro de Estados Unidos.

“Summer of Soul” sirve para redescubrir la historia, situación experimentada por los entrevistados al pasar por el camino de la remembranza, y también por Questlove, quien tras no saber de la existencia del festival, le dio luz a 40 horas de conciertos grabadas y nunca antes dadas a conocer. El gospel, el soul, el blues y el jazz fueron el refugio para muchas personas en medio de un caótico Harlem, y al ser “Summer of Soul” un ejercicio de curación no solo musical sino histórica, funciona como una casa para las nuevas generaciones, para las nuevas voces que buscan un futuro mejor para la comunidad negra.

“Summer of Soul (…O Cuando la Revolución No Pudo Ser Televisada)” obtuvo el Grand Jury Prize y Audience Award en Sundance 2021 y fue la máxima ganadora de los Critics’ Choice Documentary Awards 2021. Ya se encuentra disponible en Star+