Estás frente a tu escritorio abrumado ante los pendientes, no tienes ganas de hacer nada pese a las múltiples tareas por completar: sabes que tu desempeño no es el mejor pero no te importa, el cansancio supera cualquier cosa, y no hay plática motivacional que pueda hacerte pensar lo contrario. Si esto te ha pasado, “The Happy Worker”, del director John Webster, es para ti: un documental que explora cómo llegamos al punto en el cual el trabajo se convirtió en una burocracia insoportable disfrazada de eficiencia.

Casi cualquiera que haya trabajado en una oficina por algún tiempo conoce el agotamiento laboral. Aunque parezca un “problema de actitud”, como a veces lo llaman, en realidad es algo vivido por muchos: a través de un análisis detallado, pláticas con expertos y muchísimo humor, Webster nos lleva a explorar las raíces de la infelicidad de los oficinistas y por qué debemos romper con este ciclo vicioso de estrés e insatisfacción.

Este es el tipo de película que nos recuerda por qué los documentales de investigación más convencionales (aquellos que la mayoría de gente relaciona con la palabra “documental”, en gran parte por el constante uso de este estilo en la televisión) son tan efectivos y entretenidos cuando están bien hechos. Sí, “The Happy Worker” tiene talking heads, gráficas, animación, material de archivo, pero todo está contado con un dinamismo, fluidez, ingenio y sencillez irresistibles. No es difícil imaginarse esta película en alguna plataforma de streaming, siendo disfrutada por miles desde sus casas: es llevadera en el mejor de los sentidos.

Con un estilo irreverente similar al de una sitcom y utilizando recursos variados, Webster captura muy bien ese terrible sentimiento de cansancio y hartazgo que aparentemente es tan común en México como en Japón. Aunque se trata de bastante información, el hilo es muy fácil de seguir y la sorpresas lo suficientemente constantes e interesantes como para mantener al espectador enganchado. Podría dedicar cientos de palabras a los múltiples temas que trata, pero es mejor experimentarlo de primera y con una sonrisa en el rostro.

“The Happy Worker” no solo es un trabajo muy bien logrado, es una llamada de atención a un sistema que no sólo está agotando a sus trabajadores, sino que además se ha olvidado del propósito del trabajo en sí: en lugar de servir para ayudar a la humanidad, se han creado una serie de instituciones y empleos cuyo único fin parece ser el de agregar más pasos en la cadena de producción sin ningún beneficio, el seguir órdenes por seguir órdenes. Este es un buen documental para quienes busquen reírse un rato a la vez que encuentran soluciones a un problema que ha llegado demasiado lejos: quién sabe si en una de esas un empresario lo ve y aprende una cosa o dos sobre sus empleados (no sé si ocurra, pero desear no cuesta nada).

“The Happy Worker” tuvo su estreno mundial en la sección Nordic:Dox de CPH:DOX 2022.