Pocas veces tenemos la oportunidad de toparnos con películas tan redondas como “Todo lo que respira”, del director Shaunak Sen, un trabajo artístico en el cual un discurso claro se combina con la forma cinematográfica para ofrecer una experiencia que es a la vez clara en su mensaje y sublime para los sentidos. Usando diversas técnicas audiovisuales, Sen nos cuenta una historia conmovedora de una forma audaz y nada convencional.
El documental sigue a dos hermanos que se dedican a salvar aves, principalmente al milano negro, una especie fuertemente afectada por la contaminación en la ciudad de Nueva Delhi. Con turbulencias políticas de fondo y dificultades para conseguir fondos, ellos luchan por proteger a estos seres víctimas de la expansión humana desmesurada.
Aparte de su bella e inspiradora historia, “Todo lo que respira” está hecho con una maestría técnica impresionante. La fotografía particularmente crea planos hermosos en los lugares más inesperados: desde un basurero lleno de ratas, hasta unas hormigas caminando o larvas en el agua, la cámara nos saca del entorno humano para enfocarse en los animales obligados a vivir en medio de una gran ciudad.
Estas composiciones no sólo son atractivas para el ojo, sino que narrativamente aportan de maneras sutiles y poéticas a los temas centrales de la película: en un momento, por ejemplo, en medio de una bolsa de plástico se muestra un charco diminuto en el cual varios insectos toman agua; mientras en ésta se refleja un avión pasando: en un solo plano se desarrolla todo un microcosmos en el cual la naturaleza tiene que abrirse paso en medio de la polución, y se deja en claro quiénes son los culpables. Tomas como estas hay muchas y son tan impactantes como cautivadoras.
En esta atmósfera inmersiva también el apartado sonoro juega un papel clave, conectándonos mediante la intensificación de los sonidos animales con esa vida que lucha por sobrevivir un ambiente hostil y tóxico. Cuando uno recuerda el documental, las palabras son lo último que se viene a la mente, pues la naturaleza toma el protagonismo. Es impresionante.
La historia del crecimiento del odio religioso entre las personas en India se convierte en una metáfora de la relación de los humanos con la naturaleza, y no al revés. De manera sutil este trabajo nos muestra la importancia de empatizar con toda la vida que nos rodea, con cada ser con quien compartimos este planeta al cual hemos hecho tanto daño. En el fondo se habla sobre los exiliados y de cómo la gente no tiene a dónde ir, mientras que en pantalla vemos a monos obligados a desplazarse en cables de electricidad, o aves acuáticas confundidas ante el exceso de espuma en su hogar.
“Todo lo que respira” es ante todo un trabajo de amor: amor por la tenacidad de sus personajes, amor por la vida y amor por el quehacer documental. En un mundo tan dividido por el odio y la polarización, esta película solo nos llama a recordar que todos estamos conectados por la vida.
“Todo lo que respira” u “All That Breathes” está nominada al Oscar 2023 a Mejor Documental y está disponible en HBO Max. También ganó Mejor Documental en Cannes 2022, Londres 2022, IDA Awards 2023, Cinema Eye Honors 2023 y el Gran Premio del Jurado en Sundance 2022.