Judd Apatow tiene una habilidad especial para tomar a personajes desastrosos, inmaduros o inadaptados y encontrar su humanidad. A través de eso, ha logrado empujar su trabajo más allá de la simple comedia. En “El arte de ser adulto” (The King of Staten Island) repite la hazaña y da un paso más allá.
Scott (Pete Davidson) es un adulto de 24 años totalmente perdido. Vive con su madre (Marisa Tomei), se la pasa fumando marihuana, se rehúsa a tener una relación seria con su amiga Kelsey (Bel Powley) y se cree tatuador (sus tatuajes son tan malos que dan risa). No hay dirección en su vida y nunca ha podido superar la muerte de su padre, un bombero que murió cuando él tenía 7 años.
Cuando su madre comienza a salir con Ray (Bill Burr), un bombero bigotón y divorciado, Scott solo se enfurece más. Si todavía tiene un duelo por la pérdida de su padre, ¿cómo asimilar que su madre salga con otro bombero?

Es difícil encariñarse de Scott. Es grosero e inmaduro. Sus decisiones son muy malas y en más de una ocasión te encontrarás repudiando su actitud. Sin embargo, esto es porque viene arrastrando muchas cosas, tiene serios problemas emocionales y su salud mental está muy desgastada. En realidad, Scott no es una mala persona… simplemente tiene mucho dolor y no sabe cómo deshacerse de él.
Scott no sale de casa de su madre porque se siente protegido, no quiere una relación seria porque tiene miedo de perder a sus seres queridos. No le gustan los cambios y esta película es una demostración de lo que ocurre cuando no recibes ni la terapia ni la atención necesaria para enfrentar tu salud mental.
En medio de este dolor, hay mucha comedia. Por supuesto que la hay: estamos en una película de Judd Apatow. El humor negro y seco de Davidson funciona a la perfección, o por lo menos lo hizo conmigo. Lo más valioso es que esta cualidad cómica no interfiere con la seriedad de la historia. “El arte de ser adulto” es divertida cuando lo tiene que ser.

Cuando eventualmente Scott se ve obligado a pasar tiempo con Ray en la estación de bomberos, debe de afrontar su pasado. Aquí finalmente se siente parte de la sociedad. Al acercarse al trabajo que le costó la vida a su padre, Scott comienza a sanar. Esta porción del filme no solo es acogedora, sino que sirve para destacar el duro trabajo que tiene el cuerpo de bomberos.
Pete Davidson es conocido por su trabajo en Saturday Night Live, pero si no eres seguidor del popular show estadounidense, será difícil que lo recuerdes en alguno de sus papeles secundarios de películas como “The Dirt” o “Trainwreck”. Aquí, Davidson está trabajando con algo muy personal y el resultado es excepcional.
La historia de “The King of Staten Island” toma inspiración de la vida de Davidson, quien lidió con problemas de salud mental derivados de la muerte de su padre, también bombero, en los ataques del 9/11. Davidson me sorprendió totalmente. Hace un gran trabajo generando empatía a pesar de lo odioso que puede llegar a ser su personaje. Su ironía y humor negro te ayudan a pasar los tragos amargos. Una actuación redonda y emotiva.
Marisa Tomei (“The Wrestler”) y Bill Burr (“The Mandalorian”) son fenomenales. Aunque sus papeles son secundarios, ambos brindan autenticidad y mucha energía a la película. Burr en particular tiene un timing cómico muy efectivo y, además, sabe cuando ponerse bravo.
Creo que para amar esta historia, deberás conectar con su personaje principal. Si alguna vez te has sentido perdido y sin saber qué hacer de tu vida, esto será cosa fácil. “El arte de ser adulto” cuenta con los elementos típicos de una película de Judd Apatow. Es la historia de un joven perdido, atascado en la adolescencia, con miedo a abrirse a la sociedad e incapaz de buscar ayuda, todo abordado con dulzura y humor. Si no estamos ante el mejor trabajo de Apatow, por lo menos estamos ante el más maduro.
“El arte de ser adulto” o “The King of Staten Island” ya se encuentra disponible para renta y compra en Cinépolis Klic, Google Play, iTunes, Prime Video y YouTube.