La adolescencia es terrorífica: tratas de descubrir quién eres y a la vez encajar en grupos sociales que tal vez nunca te entenderán. También es cuando llegan los primeros amores, aquellos que no te permiten pensar de forma racional y que no sabes si serán tu persona en la vida, pero con los que la emoción es lo que cuenta. Si juntamos una historia de amor adolescente con una de fantasmas, tendríamos Falcon Lake de Charlotte Le Bon: Bastien (Joseph Engel) toma unas vacaciones familiares en un lago canadiense durante el verano, en donde conoce a Chloé (Sarah Montpetit), una chica un par de años mayor que él y por la cual siente curiosidad de ser su amigo o incluso algo más.
La cinta es una adaptación libre de la novela gráfica Une Soeur/A Sister de Bastien Vivès, un relato coming-of-age entre dos personas con una diferencia de edad notoria (para ser la adolescencia). El guion de Le Bon y François Choquet le agrega algo diferente pero adecuado para la historia: elementos de misterio alrededor de un folklore creado por Chloé. Ella menciona que un niño se ahogó en ese mismo lago y que ocasionalmente su fantasma deambula por el lugar; también siente comodidad al hablar de la muerte, además de preguntarse los mayores miedos que puede sentir alguien. Es esto mismo lo que atrae a Bastien, pero también le asusta: el enamorarse se siente como una película de terror, quieres seguir experimentándola pero tienes miedo de lo que puede ocurrir a continuación.
Es problemático entrar al terreno de personajes femeninos que solo le dan desarrollo a sus contrapartes masculinas, o mejor dicho, las Manic Pixie Dream Girls: una característica de ellas es que cargan un aura de misterio y peculiaridad, resaltando por encima de las demás chicas. Fue algo que me tenía pendiente en Falcon Lake, pues Chloé parece calificar como un personaje dentro de ese grupo, pero afortunadamente esto no ocurre aquí. La actuación de Sarah Montpetit (Humanist Vampire Seeking Consenting Suicidal Person) no solo representa lo original que puede llegar a ser Chloé, sino también la soledad y la inmadurez que le consume; y por el lado de Joseph Engel (A Faithful Man), captura la timidez y la euforia de manera natural, saltando entre ellas para crear un protagonista creíble y digno de ponerle atención.
En Falcon Lake vemos las maravillas y los puntos más bajos de la adolescencia; precisamente se enfoca en dos etapas: preadolescencia con Bastien y preadultez con Chloé. A pesar de que se llevan 3 años (una gran diferencia en esta etapa de la vida), están pasando por los mismos procesos de no saber qué hacer frente a las personas a su alrededor: ¿Debería beber como ellos? ¿Ya debería haber tenido sexo? En ocasiones, ambos sacrifican su esencia para poder encajar con los demás, pero es algo que termina de forma ambivalente: descubren que pueden tener las mejores experiencias, las que recordarán hasta envejecer, o provocar corazones rotos y recuerdos ásperos.
La sexualidad es un tema importante en la película, pero también lo es la atracción. Le Bon hace mancuerna con el director de fotografía Kristof Brandl y se aleja de la objetificación que pudiera darse en Chloé: se toman detalles de su cabello, su espalda y sus manos. Quizás es lo primero que puede ver un preadolescente cuando encuentra atractiva a una persona: no irse tanto al ámbito sexual, simplemente admirar estéticamente a alguien. La foto también es importante para capturar lo tenebroso del folklore creado por Chloé, con sombras que poco a poco cubren una arboleda, iluminaciones que enfocan lo más importante del momento, como si lo que vemos fuera un recuerdo de alguien tratando de mostrar lo que más le marcó. Crear el imaginario sobrenatural también se ayuda con los cánticos en la música de Shida Shahabi y la inquietante edición sonora de Emeline Aldeguer, la cual representa lo más tétrico de la cinta.
Charlotte Le Bon nos presenta Falcon Lake, un debut completamente seguro de sí mismo y que representa lo íntimo y desconocido que puede ser crecer y madurar, todo con un toque de terror idílico. Le Bon reflexiona sobre las complicaciones de los amores adolescentes, pero también lo cariñosos y genuinos que pueden llegar a ser.
“Falcon Lake” está disponible en cines en España a través de Flamingo Films.