La directora Tanya Wexler, en su primer intento por realizar una película de acción, entrega “Jolt” o titulada en español como “Impacto”. Pese a que la idea tenía potencial, confía ciegamente en su elenco y descuida de sobremanera su guion; pospone el entretenimiento para el último tercio de la cinta y omite la originalidad.

Esta película narra la historia de Lindy (Kate Beckinsale), una mujer con impulsos de ira muy violentos y para controlarlos, utiliza descargas eléctricas directamente en su cuerpo. Dada su condición, le es muy complicado socializar, hasta que un día encuentra a un joven sencillo y atento (Jai Courtney) de quien se enamora inmediatamente. La emoción no le dura mucho, ya que aparentemente el joven es asesinado y ella busca a los responsables para vengarlo. 

En el papel, todas las ideas planteadas de esta película suenan bien para pasar un rato verdaderamente entretenido e inclusive terminar extasiado: una chica ultraviolenta; problemas psicológicos; un plan de venganza causado por la pérdida del amor verdadero; y el enfrentamiento sistemático no sólo con la policía, sino con mafiosos. Si la práctica se hubiera explotado hasta las máximas consecuencias en pro del entretenimiento (el cual es su objetivo principal), la película se hubiera equiparado a cintas como “Atómica” de David Leitch o “Hanna” de Joe Wright, pero no hay un desarrollo convincente de la trama y todo lo que vemos es totalmente desalentador. 

El filme no sabe guardar secretos. Irónicamente todo lo que trata de ocultar la vuelve predecible, porque con el paso de  cada escena, ya sabemos qué sucederá en la siguiente, e incluso en el final. Minuto tras minuto, Wexler le arrebata las ganas al espectador de seguir observando. Lo único que alienta a seguir atento es su elenco: Stanley Tucci, Bobby Cannavale, Laverne Cox, Susan Sarandon y los mencionados Courtney y Beckinsale. Sin embargo,  la atención no radica precisamente en el desarrollo de sus personajes, los cuales pecan de planos, sino por ver a cada actor interactuando con el otro. 

Wexler, pese a haber realizado una película con matices femeninos atractivos como “Buffaloed”, aquí no se arriesga con los discursos. Existe un constante temor por mostrar a una femme fatale impactante y ad hoc a nuestros tiempos, porque filma escenas que bien podrían sorprender en la trama principal, pero se quedan en lo onírico; prácticamente se arrepiente de incomodar, y se decanta por la convencionalidad. Lo malo es que ni siquiera se da cuenta de ello.

Hay una pizca de energía invertida en zafarse de la fórmula o la generalidad, pero en cada paso que da la cinta, unos grilletes la frenan y la aterrizan, ¿qué solución se pudo tomar? Explotar esa fórmula y así al menos divertir y no dormir. Un buen soundtrack; adictivas coreografías de acción; escenas clasificación C; un elenco comprometido físicamente y giros de tuerca inesperados. Todo eso es lo que no le interesa tener al filme. 

“Jolt” es una película que no se esmera en entregar diversión ni entretenimiento excitante, más bien se enfoca en darle cabida en pantalla a su elenco, pero no lo explota. Por momentos piensa que es original, pero nunca se da cuenta de lo que ofrece en realidad. 

“Jolt” (Impacto) ya está disponible en Amazon Prime Video.