“¿Algún día voy a morir?” le pregunta Nicolás (voz de Simon Faliu) a Jean-Jaques Sempé (voz de Laurent Lafitte), uno de sus creadores, tras escuchar sobre la muerte de René Goscinny (voz de Alain Chabat), el otro responsable de su existencia. “No, tú vivirás para siempre, y nosotros viviremos a través de ti”, le responde el ilustrador responsable de más de 100 portadas de The New Yorker en la película ganadora del Premio Annecy “Little Nicholas: Happy As Can Be”, cinta que nos cuenta los orígenes, y algunas de las aventuras de “El Pequeño Nicolás”, una de las tiras cómicas francesas más famosas de toda la historia, a través de las vivencias, recuerdos y experiencias de los dos hombres quienes le dieron vida.
Dirigida por Amandine Fredon y Benjamin Massoubre, la cinta relata la historia de la creación del personaje tomando como punto de partida la amistad entre el ilustrador Jean-Jaques Sempé y el escritor René Goscinny, al mismo tiempo que somos testigos de las aventuras de Nicolás y su vida en un barrio parisino a mediados de los años 50.
El guion de Anne Goscinny (hija de René), Benjamin Massoubre y Michel Fessler va intercalando los momentos más relevantes en torno a la escritura y diseño de Nicolás, liga muchos de los elementos del personaje a sus autores y además se da el lujo de sacarlo de las viñetas para tener conversaciones intimas y significativas con sus creadores, permitiéndoles ser vulnerables y expiar sus mentes y corazones de algunos pasajes oscuros de sus vidas (ciertas secuencias del filme implican la invasión alemana a Francia durante la Segunda Guerra Mundial, el Holocausto y la violencia intrafamiliar), pero también comparten con el pequeño niño momentos alegres y fantasiosos.
Por otro lado, tenemos varias viñetas (literalmente) que nos cuentan algunas de las más famosas historias protagonizadas por El Pequeño Nicolás, sus padres o sus amigos en la escuela. Estas divertidas y simples secuencias marcan un contraste con la complejidad del mundo real habitado por sus creadores, todo apoyado por la extraordinaria animación de la película: ambos mundos (el de Nicolás y el de Sempé y Goscinny) son perfectamente diferenciables por los estilos tan distintos empleados en cada uno; las aventuras del pequeño niño se cuentan a través del mismo estilo que lo caracterizó en las historietas: se enmarcan las viñetas de acuarela, algunas inconclusas, para brindarle un look bastante similar al de películas como “Ernest y Celestine” o “Mis Vecinos los Yamada”. En cambio, el París donde habitan los creadores se asemeja más al estilo empleado por Sempé para las portadas de The New Yorker. Sin duda estamos ante un trabajo extraordinario y es entendible el por qué la cinta ganó el Premio Annecy a Mejor Largometraje.
“Little Nicholas: Happy As Can Be” es una experiencia cálida, divertida y hermosa gracias a su relato de amistad entre dos magníficos ilustradores quienes un día soñaron con volver a ser niños otra vez y vivir las vidas que no pudieron para así crear una de las tiras cómicas más leídas a nivel mundial, la cual les dio reconocimiento y los llevó a nuevos horizontes. La película indaga en cómo somos capaces de trascender a través de nuestras creaciones; es un ejercicio metaficcional interesante, acompañado de animación de la más alta calidad. Al final, Sempé tenía razón: el mundo no los ha olvidado, todo gracias al pequeño Nicolás.
“Little Nicholas: Happy As Can Be” o “Le Petit Nicolas : Qu’est-ce qu’on attend pour être heureux” es distribuido por Buffalo 8 en Estados Unidos. Se estrenará en cines de Los Angeles el 16 de diciembre y se expandirá en 2023. Es elegible para el Oscar de Mejor Película Animada 2023.