Con Beyond the Infinite Two Minutes, Junta Yamaguchi hizo una de las películas más ingeniosas y divertidas sobre viaje en el tiempo de los últimos años. Ahora vuelve a jugar con este concepto en River, un ambicioso, tierno e inteligente loop temporal que posiciona a Yamaguchi como un maestro de la ciencia ficción.
Mikoto (Riko Fujitani) trabaja en una pequeña posada en Kibune. El día parece desarrollarse con normalidad: los múltiples huéspedes y trabajadores tienen cada uno sus preocupaciones y obligaciones cotidianas. Un tanto abrumada, se toma un descanso frente al río, pero cuando regresa ya nada es igual: ¡toda la posada ahora se encuentra atrapada en un bucle del tiempo de tan solo dos minutos!
Si películas como Groundhog Day, Edge of Tomorrow y Happy Death Day ya habían explorado lo que era estar atrapado en un mismo día una y otra vez, River lleva esta idea a otro nivel con limitarla a tan solo 120 segundos. ¿Qué tanto puede hacer una persona con esta breve ventana de tiempo? ¿Cómo lidia con la frustración de aparecer en el mismo lugar una y otra vez en un periodo diminuto? Toda esta sorpresa e incredulidad son exploradas de lleno desde el inicio de la película: la corta duración del loop le permite a Yamaguchi iniciar enseguida y atrapar a la audiencia a partir del primer momento.
Inteligentemente, el director decide usar planos secuencia para cada una de las repeticiones, lo cual le permite desarrollar las acciones en tiempo real y mantener coherencia en cuanto a qué tanto pueden hacer los personajes en ese tiempo. Esto hace que el desarrollo de éstos se sienta genuino en todo momento para así sumergir al espectador en la experiencia. Pese a tener presupuestos mucho más limitados que los de Hollywood, las películas de Yamaguchi entienden que el éxito de las historias de viaje en el tiempo no yace en los efectos o las explicaciones científicas, sino en su ingenio y congruencia, algo que el cineasta japonés cuida muchísimo.
Con tan solo 82 minutos de duración, la cinta salta de un tema a otro de forma orgánica y entretenida. Además de su interesante premisa, River tiene comedia, romance, cuestionamientos existenciales y una ligera exploración de la mitología japonesa. En otras manos, tantas temáticas terminarían por abrumar al espectador y sobrecargar la trama, pero aquí solo fluyen como si fueran lo más natural del mundo.
Riko Fujitani y todo el resto del elenco son maravillosos, cada uno tiene el tiempo justo en pantalla y nos enamora de su personaje. La dinámica de los residentes de la posada es esencial para mantener la historia dinámica y todos cumplen con el cometido. El guion, excelentemente escrito por Makoto Ueda, hace que sus personajes entren y salgan en el momento preciso: nadie sobra, cada uno tiene su pequeño arco y todos tienen un papel que jugar en el divertidísimo clímax de esta aventura.
Al igual que en su anterior película, el director usa un escenario limitado de formas muy creativas, pues resulta sumamente divertido qué tanto pueden avanzar los personajes en solo dos minutos y cómo siempre encuentran nuevos escondites y obstáculos a medida que se desarrolla la trama. Para cuando acaba la película el espectador tiene una idea clara de las distancias y dimensiones de la posada, algo muy necesario para el desarrollo final de los acontecimientos.
En River, Junta Yamaguchi lleva aún más lejos el uso del tiempo dentro de una narrativa ligera y llevadera. El entusiasmo y cariño de todo el equipo por este proyecto es palpable y contagioso. Esperemos que pronto nos traigan otra gran aventura.
“River” tuvo su premiere norteamericana en Fantasia Fest 2023.