Existen muchos ejemplos de comedias y parodias del cine policial: Naked Gun, Bad Boys y Rush Hour, por mencionar algunas, han demostrado cómo hacer comedia empleando un género que tradicionalmente podemos considerar “serio”; con frecuencia estás películas emplean una pareja de personajes contrarios entre sí, un misterio por resolver, acción y mucha comedia física. Sentinelle, la nueva película de Hugo Benamozig  y David Caviglioli, busca emplear todos esos recursos para crear una cinta exitosa, desgraciadamente termina siendo fallida y genérica.

Françoise Sentinelle (Jonathan Cohen) es el incompetente jefe de la policía en La Reunión, una isla francesa ubicada frente a la costa de Madagascar y también un músico fracasado. Tras la cancelación de su más reciente álbum como solista, Sentinelle decide concentrar su atención en encontrar y desarticular “Brazo Rojo” una organización radical que amenaza la vida de la presidenta de la isla (Emanuelle Bercot), cuya familia ha gobernado la región por décadas.

Para analizar Sentinelle primero sería importante hablar sobre el personaje que le da nombre a la película. Mientras veía la cinta no podía dejar de pensar en Sentinelle como la versión policía de Michael Scott (Steve Carrell), el protagonista de The Office: un personaje ignorante, narcisista, sexista, racista, malo en su trabajo y malo en su hobby (para Scott es la comedia y para Sentinelle la música), sin embargo hay algo distinto en Françoise: jamás te cae bien, no logras empatizar con él, no entiendes por qué razón lo estás siguiendo como personaje o qué lo hace mínimamente agradable para el espectador. 

El resto de la película no es diferente: personajes carentes de propósito en la historia, un misterio que se le explica al espectador, pocas sorpresas, escenas de acción confusas, chistes racistas y misóginos disfrazados de comedia inteligente, un ritmo bastante inconstante y un final insatisfactorio.

El guion, escrito por Benamozig y Caviglioli, parte de un cuestionamiento interesante sobre la raza, la política y la historia, sin embargo desechan todas sus buenas ideas y en su lugar prefieren presentar la crisis de un personaje poco interesante y poco agradable mientras la trama secundaria gira alrededor de una conspiración política derivativa que se explica mediante diálogos de exposición directamente a la cámara. Junto a esto tenemos el arco inexistente del personaje de Jonathan Cohen: no aprende nada, no cambia, no evoluciona y en ningún momento se vuelve competente. Todo esto da como resultado una cinta aburrida a la que le cuesta trabajo mantener la atención del espectador.

Por otro lado también es preocupante encontrarse con una película que muestra de forma tan relajada situaciones de abuso y brutalidad policíaca e incluso se da el lujo de crear chistes con el tema. Tenemos el inicio de la cinta, por ejemplo, donde Sentinelle intenta solucionar una situación de toma de rehenes disparando directamente contra las víctimas en repetidas ocasiones. En otros momentos, le hace insinuaciones sexuales a las mujeres a su alrededor y alardea de ser un policía. Estos comportamientos son inaceptables, no son graciosos, se sienten fuera de lugar y dan como resultado una película irresponsable.

Pese a todos los problemas podemos decir que Jonathan Cohen (Army of Thieves) hace un gran trabajo interpretando a Françoise: transmite perfectamente todos los defectos del personaje, llega a hartar y a desesperar con su actuación, incomoda y es insoportable. Por otro lado, es interesante la forma en que visten al personaje: camisa floreada, lentes oscuros, bermudas: es el estereotipo de policía cool hollywoodense. En detalles como ese podemos ver el intento de parodia por parte de los realizadores, misma que no llega a ningún lado.

Sentinelle es un desastre que pretende reírse de los comportamientos más tóxicos de la policía a través de su personaje protagónico, sin embargo la película no es la parodia inteligente que pretende ser pues se toma demasiado en serio a sí misma, presenta situaciones incómodas, bromas rancias y momentos cuestionables como si fuesen los chistes más divertidos del mundo. En algún punto pensé que su propuesta sería interesante pero, honestamente, terminé batallando por no dormirme mientras la veía.

“Sentinelle” ya está disponible en Prime Video.