Desde 2016 Hideaki Anno se ha dedicado a darle nueva vida y renovar los conceptos de algunos de los personajes más icónicos de la cultura popular japonesa; primero lo hizo con la extraordinaria Shin Godzilla y el año pasado, junto al director Shinji Higuchi, estrenó Shin Ultraman. Ambos proyectos cosecharon grandes éxitos tanto en crítica, taquilla y fueron aclamados por nuevos y viejos fanáticos de los personajes homónimos. Este año, siguiendo los pasos de las entregas anteriores llega Shin Kamen Rider, un entretenido homenaje a uno de los primeros héroes de la televisión japonesa.
Shin Kamen Rider nos presenta a Takeshi Hongo (Sosuke Ikematsu), un joven que despierta transformado en un cyborg con características de saltamontes en contra de su voluntad. Hongo es el más reciente experimento del doctor Midorikawa (Shinya Tsukamoto) para tratar de derrotar a la malvada organización SHOCKER, que junto con su líder, una IA llamada simplemente I, busca destruir a la humanidad para así llevarlos a la “verdadera felicidad”. Tras la muerte del doctor, Hongo se transforma en el Kamen Rider, un héroe cuya misión es evitar los malvados planes de SHOCKER con la ayuda de Ruriko (Minami Hamabe), la hija de Midorikawa.
Kamen Rider es un personaje creado en 1971 por el mangaka Shōtarō Ishinomori. Desde su primera aparición en la serie homónima de televisión ha tenido 33 temporadas (que siguen en emisión a la fecha), 1548 episodios, más de 20 películas asociadas a las series, 5 películas independientes y numerosos mangas. El personaje es un ícono de la cultura pop japonesa con una larga trayectoria y aún así Hideaki Anno logra darle nueva vida, rendirle un homenaje a toda su historia, modernizar sus conceptos y al mismo tiempo imprimir en él muchos de sus propios intereses como narrador y cineasta.
El guion de Anno (Evangelion 3.0+1.0) es bastante caótico y se siente desequilibrado. Por un lado se puede ver un amor al personaje, Anno logra unificar la historia para darle sentido, rendir un homenaje y avanzar la narrativa, esto se traduce en secuencias de acción espectaculares (algunas con gore incluído) y también momentos de paz y tranquilidad bien logrados, sin embargo, el lore del personaje es tan vasto que durante casi la primera hora la mayor parte de los diálogos son exposición sobre cómo funcionan ciertas cosas en este universo, sobre SHOCKER o las motivaciones de los personajes. Todo en la película se dice y eso mismo nos impide prestar atención a las imágenes en pantalla.
Por otro lado Anno busca seguir explorando sus propios intereses: los límites morales entre el bien y el mal, el uso de la tecnología como un arma, la soledad, sociedades secretas e incluso el forzar la evolución a través del desarrollo científico (la búsqueda de la felicidad de SHOCKER tiene un gran parecido con el Proyecto de Complementación Humana de SEELE en Neon Genesis Evangelion); todo esto da como resultado un producto entretenido y único pero inconstante donde se le da poco tiempo al espectador para digerir toda la información necesaria para disfrutar la cinta.
Otro punto negativo del guion es su estructura episódica. Si bien entiendo cómo Kamen Rider viene directamente de un formato serializado de televisión eso no significa que esto mismo se logré transmitir de forma efectiva a una película de dos horas de duración. Después de la secuencia inicial de pelea, y la primera tanda de explicaciones, Anno nos presenta a un villano secundario, Ruriko y Hongo llegan para intentar derrotarlo, aparentemente fallan y después descubrimos un elaborado plan por parte de los protagonistas para detener la amenaza. Está estructura se repite tres o cuatro veces a lo largo de todo el metraje y más bien nos da la idea de estar viendo varios episodios de una serie de televisión unidos por un arco general. Esta estructura es un interesante homenaje al personaje pero no deja de resultar extraña.
La dirección refuerza las inmensas capacidades de Anno como cineasta pues logra imprimirle una personalidad única que se diferencia de lo visto previamente en las series o películas de Kamen Rider. El director recurre a planos y encuadres poco convencionales para transmitir el furor de las batallas del héroe enmascarado, en ocasiones incluso utiliza una perspectiva en primera persona, algo bastante inusual pero que se siente completamente orgánico conforme uno avanza en la película. La carrera como animador de Hideaki se siente en cada una de las secuencias de acción gracias al dinamismo y fluidez de los movimientos de cámara, como si estuviéramos viendo una película animada. Por otra parte, la edición, a cargo del propio Anno, constantemente llama nuestra atención porque es enérgica y muchas veces corta la acción para regresar a ella más adelante en forma de flashbacks (un recurso también empleado en Evangelion) o para mostrarnos una perspectiva distinta del conflicto.
Desgraciadamente las secuencias de acción se ven afectadas por unos efectos visuales bastante mal logrados, algo común en las producciones japonesas live-action por las limitaciones tecnológicas y de presupuesto; en esta película Anno recurre constantemente a dobles en CGI para llevar a cabo los saltos imposibles y las patadas mortales (algo icónico del personaje) de Kamen Rider, sin embargo estos lucen completamente falsos, cubiertos por una textura brillosa parecida al plástico. Esta pobre calidad en los efectos visuales se hace más evidente en el tercer acto de la cinta donde tenemos al héroe enfrentándose contra otros cyborgs saltamontes donde no alcanzamos a ver mucho por la falta de iluminación, una decisión extraña por parte de Anno.
Pese a estos problemas en la estructura de la película y los pobres efectos visuales, Shin Masked Rider es una cinta bastante entretenida que funciona tanto para los fanáticos del héroe enmascarado como para quienes lo conocemos por primera vez aquí. Tal vez no trate los profundos temas sociopolíticos de Godzilla o Ultraman, pero sin duda se trata de un digno homenaje de Hideaki Anno a uno de los pilares de las series de televisión japonesas y de un espectáculo visual con secuencias de acción nunca antes vistas en la pantalla grande.
“Shin Kamen Rider” ya se encuentra disponible en Amazon Prime Video.